Una de las patologías podales más frecuentes, especialmente en niños y gente mayor, son los pies planos. Se calcula que alrededor del 20 al 37% de la población tiene los pies planos y pueden comportar otros problemas podales, como tendencia a la pronación (es decir, a recargar el peso del cuerpo en el interior del pie), desarrollo de callosidades o juanetes. En este artículo te explicaremos en detalle en qué consiste esta afección del pie tan común y los síntomas que provoca, las causas y factores desencadenantes, así como las soluciones existentes para tratar esta dolencia.
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¿Qué es el pie plano?
Los pies planos (del latín pes planus), también llamados arcos vencidos o caídos, son aquellos en los cuales el arco del pie o bóveda plantar cae y presenta menos altura de la normal. Como consecuencia, toda la planta del pie toca el suelo, en lugar de hacerlo solo parcialmente, y la zona del mediopié (parte media del pie) es más ancha. Por este motivo, a menudo también se les llama pies planos valgos, ya que el arco del pie cae hacia dentro. Pueden presentarse en un solo pie (afección unilateral) o en ambos (bilateral).
Los arcos caídos pueden comportar algunos problemas, pero con un diagnóstico y tratamiento precoz, no provocan dolor y permiten llevar una vida normal. Son el contrario de los pies cavos, en los que hay un exceso de arco plantar.
Suelen afectar principalmente a niños, aunque los adultos también pueden desarrollarlos. Por sexos, esta patología podal tiene mayor prevalencia en las mujeres, sobre todo después de un embarazo o con la menopausia; en estos periodos, la acción de ciertas hormonas como la relaxina provoca el reblandecimiento de cartílagos y ligamentos, evidenciando una clara correlación entre evolución hormonal y afectación circulatoria y podal.
A continuación mostramos una imagen muy ilustrativa de cómo es el arco plantar, la pisada y el talón en un pie normal, cavo y valgo:
Síntomas
Aunque la mayoría de personas con pies planos suelen ser asintomáticas, algunos pacientes pueden experimentar síntomas que empeoran con la actividad, tales como:
- dolor en el pie, especialmente en el talón (talalgia) o en la zona del arco plantar
- dolor en el tobillo: la parte interna puede hincharse. Además, el talón de Aquiles puede acortarse y tanto la parte del talón como del antepié pueden arquearse hacia afuera (talón en valgo o antepié en abducción)
- dolor en la musculatura de la zona interna de la pierna y la rodilla, y en la zona posterior (gemelo y pantorrilla): como los músculos de la pierna se ven obligados a trabajar de forma forzada porque el arco plantar cae hacia dentro, puede producirse tendinitis, tensión muscular y calambres tanto en la cara interna como posterior de la pierna
- dolor en el dorso del pie: el aplanamiento del pie en ocasiones se traduce en dolor en la zona dorsal de los huesos del pie
- inestabilidad en los pies y tobillos
- torpeza o cambios en la forma de caminar: muchos niños con pies planos tardan más en empezar a andar (deambulación tardía), tienden a caminar poco, o al correr muestran una cierta torpeza y se caen con facilidad
- molestias con cierto calzado que comprime demasiado el pie o que limita los movimientos articulares
- cansancio y pesadez de piernas: como el pie no tiene la curvatura plantar que debería, caminar cuesta más esfuerzo y conlleva más cansancio, especialmente después de andar mucho tiempo. Los pies planos también pueden ocasionar pesadez de piernas, tanto por problemas circulatorios como por la tensión muscular generada en la parte interior y posterior de la pierna
- tensión articular por el genu (rodilla) valgo o piernas en X: la caída del arco interno del pie hacia dentro provoca que la rodilla y el tobillo no estén bien alineados y también giren hacia dentro, de forma que es muy habitual relacionar los pies planos con un genu (rodilla) valgo y un tobillo pronado (hacia dentro). A la larga, las piernas en X pueden propiciar la aparición de lesiones en la rodilla (esguinces, roturas de menisco, dolor patelofemoral, condromalacia rotuliana, luxación de rótula, etc). Igualmente, la rotación de las piernas hacia el interior provoca que el fémur no esté alineado respecto la cadera, pudiendo favorecer lesiones en esta articulación y en la columna lumbar a largo plazo
- dolor en la parte alta y baja de la espalda: las personas con pies planos tienden a colocarse con el cuerpo hacia delante, adoptando una mala actitud postural que les provoca una cifosis (arqueamiento o redondeamiento de la espalda)o dolores en la región lumbar
- hiperqueratosis (callosidades o durezas en la planta de los pies y en los dedos): una persona con pies planos ejerce presión en ciertos puntos del pie para compensar la falta de flexibilidad en la planta y la mala distribución del peso corporal. Esto puede causar callosidades especialmente en la parte superior de los huesos metatarsianos centrales (los situados a continuación de las falanges)
- juanetes o hallux valgus: los pies planos, sumados a la pronación (desviación hacia el interior) que comportan, pueden provocar la aparición de juanetes. Recordemos que un juanete es una subluxación (es decir, una pérdida de contacto de la superficie articular) de la primera articulación metatarso-falángica del pie. Como la superficie de las articulaciones pierde contacto, el primer dedo del pie se desvía hacia el segundo y este desplazamiento provoca la aparición de una deformidad ósea en el interior del pie llamada bunion. Los juanetes también pueden aparecer con más frecuencia en ciertos tipos de pies ya que, si por ejemplo, tenemos un pie egipcio (lo que significa que el primer dedo es bastante más largo que el resto) y pronado, tendremos más posibilidades de desarrollar esta afección podal
- deformación de los zapatos: al cargar el peso hacia el interior del pie, un pie plano suele torcer el calzado por su parte posterior, o bien desgastar la suela por un lateral del tacón, habitualmente, el externo
Causas de los pies planos
Existen varios motivos por los cuales una persona puede tener los pies planos; los dividiremos en internos y externos.
Causas internas:
- herencia genética: en primer lugar, cabe mencionar que nacemos con los pies planos ya que los tendones del pie están flojos y el arco longitudinal aún no se ha desarrollado; por eso los bebés y los niños pequeños no tienen apenas curvatura en los pies. El arco plantar suele desarrollarse cuando comienzan a caminar y la musculatura de la planta del pie se ejercita. Así, sobre los 2-3 años de edad los tejidos se tensan y forman un arco, aunque su formación completa puede llegar a los 6-10 años. Sin embargo, en algunas personas nunca se forma, dando lugar al pie plano o pie plano idiopático, como se le llama en terminología médica
- insuficiencia del tendón tibial posterior: ocurre cuando el tendón situado en el tobillo que da soporte al arco plantar deja de trabajar, causando que el pie caiga hacia el interior
- coalición tarsiana: consiste en una unión anómala entre dos o más huesos del tarso, situados en la zona del talón
- artritis reumatoide: esta enfermedad suele ocasionar deformidades en los pies, como pies planos, y otras problemas en el antepié, mediopié y retropié
- artrosis y envejecimiento: con el paso del tiempo y el debilitamiento de los cartílagos de las articulaciones, el arco del pie puede aplanarse
- enfermedades congénitas, como la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, síndrome de Down, de Marfan, de Ehlers Danos u otras enfermedades neuromusculares
- sobrepeso u obesidad: un peso excesivo sobrecarga las articulaciones de todo el cuerpo y provoca que la planta del pie deba soportar una mayor carga, contribuyendo a su aplanamiento
- diabetes: debido a esta dolencia, los músculos del pie y los ligamentos articulares pierden su tono y su funcionalidad, pudiendo ocasionar el desarrollo del pie plano
Causas externas:
- traumas (lesiones) y fracturas en el pie(en el mediopié o parte central o en el retropié o parte trasera) o bien en el tobillo
- sobrecargas o movimientos incorrectos realizados repetidamente (especialmente, en deportes de alto impacto como el fútbol, el baloncesto o correr)
Diagnóstico y clasificación de los pies planos
Para diagnosticar esta patología podal, además de observar la forma del pie y su rango de movimiento, el podólogo examinará la pisada mediante una plataforma de presiones. Gracias a este sistema, podrá determinar cómo es la huella y establecer un diagnóstico. Para ello, realizará tests biomecánicos (es decir, estudios que permiten analizar los movimientos que se producen en el cuerpo durante la marcha y en posición estática), tales como:
- test de Jack: se sube el primer dedo del pie. Se tiene que formar el arco plantar; si no es así, el test es positivo
- Heel Rise Test: test en que se le pide al paciente que suba el talón y se ponga de puntillas. Se debería formar el arco y el talón, irse hacia fuera. Si no es así, el test es positivo
En función de los resultados de estas pruebas, existen tres tipos de pies: pie plano flexible, semiflexible o rígido. A continuación, los analizaremos:
- pie plano flexible: en caso que ambos tests sean negativos. Muy frecuente en niños. Indica que el paciente presenta un pie plano con muchas posibilidades de autocorregirse y desarrollar un arco plantar, de modo que con el paso del tiempo desaparecerá esta patología podal
- pie plano semiflexible: en caso que salga un test positivo y el otro, negativo. Indica que si el problema se trata adecuadamente, se puede corregir sin recurrir a la cirugía
- pie plano rígido: en caso que ambos tests sean positivos. Indica que se trata de un pie plano estructural, en el cual los huesos están planos y que habrá que operar. Este tipo de pie plano suele conllevar una importante limitación funcional y varias molestias. Un pie plano rígido puede deberse a una coalición tarsiana, es decir, a la unión anómala de dos o más huesos del talón de la cual ya hemos hablado anteriormente, o bien a que uno de los huesos del talón, el astrágalo, esté en posición vertical en lugar de horizontal
En ocasiones, también puede ser necesaria la realización de pruebas complementarias como rayos X y otro tipo de exámenes.
Tratamiento
El tratamiento de los pies planos varía según la edad y el tipo de pie plano:
- niños: tal como hemos comentado anteriormente, en la mayoría de casos los niños con un pie plano flexible o semiflexible desarrollarán el arco plantar y el problema se corregirá. En ciertas ocasiones puede ser necesario colocar en el interior del calzado soportes plantares o plantillas a medida obtenidas con un molde, así como realizar ejercicios de rehabilitación para potenciar el tono muscular
- adultos: por el contrario, el pie plano adquirido en la edad adulta sí que necesita tratamiento, ya que si se deja que la patología avance, la deformidad se agravará lentamente y el paciente podrá sufrir dolor en la parte externa del tobillo, en la rodilla o en la zona lumbar, además de tener dificultad para andar o subir escaleras. Por ello, la detección y tratamiento precoz son esenciales en adultos con pies planos, y usar plantillas y realizar ejercicios fisioterapéuticos resultarán claves para corregir la falta de arco plantar. También será muy importante utilizar un calzado adecuado, que no comprima el pie y sea compatible con soportes plantares. En caso de dolor agudo e inflamación, la toma de medicación antiinflamatoria (siempre, bajo prescripción médica) puede aliviar las molestias
- niños y adultos con pie plano rígido: en los casos en los que el paciente tiene un pie plano rígido será necesario recurrir a una intervención quirúrgica, ya que no hay posibilidad de mejora adoptando las medidas anteriormente descritas; el tipo de cirugía dependerá de la gravedad del trastorno y de la localización de los síntomas
Si el paciente también sufre juanetes y/o callosidades como consecuencia del pie plano, puede aliviar los síntomas con varias soluciones. En caso de tener callosidades, el uso de protectores y almohadillas plantares ayudarán a disminuir las molestias y evitarán el dolor que causa el roce con el zapato. Si sufrimos juanetes, podremos usar un protector o un corrector (según el hallux valgus sea más o menos severo) para ayudar tratar la deformidad y a disminuir el dolor.
Consejos para recuperar un pie plano
Lo esencial en caso de tener los pies planos es la detección precoz y el diseño de un tratamiento personalizado. Además, se aconseja seguir las siguientes recomendaciones generales en la vida cotidiana:
- caminar de puntillas: de esta manera se tonifica la musculatura de la planta del pie
- caminar con el pie descalzo por superficies irregulares para que el pie se tenga que adaptar a distintos terrenos
- ejercitar la planta del pie con una pelota: este ejercicio también contribuye a tonificar la musculatura plantar
- recoger pequeños objetos con los dedos de los pies para arquearlos: si cogemos canicas o una toalla con los dedos de los pies y la mantenemos en el aire un tiempo, ejercitaremos la musculatura de los pies y el arco plantar
- realizar actividad física: cualquier deporte en el que los pies y las piernas sean esenciales para el desarrollo de la actividad (ir en bicicleta, patinar, saltar a la cuerda, jugar a baloncesto o tenis, etc.) están indicados en esta patología
- escoger correctamente el calzado, sobre todo, el infantil: si tenemos los pies planos necesitamos zapatos que no compriman el pie y que sean flexibles para permitir el movimiento del pie dentro del calzado
- realizar revisiones podológicas periódicas: como hemos comentado anteriormente, la detección y diagnóstico precoz es muy importante para tratar esta patología, de modo que se recomienda acudir al podólogo con cierta frecuencia para que nos haga una exploración y valore posibles problemas
En conclusión, en este artículo hemos analizado en detenimiento los pies planos, una de las patologías podales más frecuentes, especialmente en niños y gente mayor. Esta afección podal puede comportar otros problemas, como la tendencia a la pronación (es decir, a recargar el peso del cuerpo en el interior del pie), el desarrollo de callosidades y de juanetes. Los pies planos, también llamados arcos vencidos o caídos, son aquellos en los cuales el arco del pie o bóveda plantar cae y presenta menos altura de la normal. Como consecuencia, toda la planta del pie toca el suelo y la zona central es más ancha. También es frecuente que el arco del pie caiga hacia dentro (pisada pronadora), causando importantes problemas en el pie, el tobillo, las rodillas, las caderas e incluso la espalda. Puede presentarse en un pie o en ambos y ser provocado por causas internas o externas. Los pies planos en los niños suelen tener buen pronóstico y autocorregirse a medida que crecen, mientras que en adultos cuestan más de recuperar y necesitan tratamiento con plantillas, ejercicios fisioterapéuticos y un buen calzado que no agrave la patología. En caso de desarrollar también otras dolencias podales como consecuencia de los pies planos, podremos tratarlas con soluciones como los protectores y almohadillas plantares si tenemos callosidades o bien con protectores o correctores si sufrimos juanetes.
Fuentes:
El Mundo. (03.04.2006) Cómo tratar los juanetes y los pies planos. Recuperado de https://www.elmundo.es/elmundosalud/2006/04/03/dolor/1144055735.html
Mayo clinic. Pies planos. Recuperado de https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/flatfeet/symptoms-causes/syc-20372604
Medline plus. Pie plano. Recuperado de https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001262.htm
Lamban Azcona, Ana Maria. Ortoweb. (18.03.2017) Juanete o hallux valgus. Recuperado de https://www.ortoweb.com/blogortopedia/juanete-o-hallux-valgus/
Imágenes:
Fisioonline. Pie plano. Recuperado de https://www.fisioterapia-online.com/pie-plano-que-es-causas-sintomas-diagnostico-tratamiento
*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.
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