¿Sientes dolor y rigidez en las articulaciones? ¿Has observado también que tienes la zona enrojecida e hinchada? Muchas personas confunden los términos artritis y artrosis y los usan de manera errónea o bien creen que se trata de una misma patología. Pero aunque es cierto que ambas dolencias tienen algunos rasgos en común, la realidad es que se trata de dos enfermedades distintas. Por ello, en este artículo te explicaremos la diferencia entre artritis y artrosis, qué puedes hacer para prevenirlas y cómo mitigar los dolores si ya las sufres.
Tabla de contenidos
Artritis y artrosis: similitudes
Tanto la artritis como la artrosis son afecciones que están relacionadas con el desgaste del aparato locomotor (compuesto por huesos, músculos, articulaciones, tendones y ligamentos) y con la alteración del sistema inmunitario. Ambas dolencias afectan a una o más articulaciones, tienen más prevalencia en mujeres que en hombres y presentan síntomas parecidos, como dolor, rigidez e hinchazón de algunas articulaciones.
Diferencias
Hasta aquí las similitudes ya que, como hemos comentado anteriormente, se trata de patologías distintas. Si nos fijamos en ambos términos, veremos que comparten la raíz (artr/o, del griego articulación), pero los sufijos son distintos (-itis significa inflamación o infección, mientras que -osis significa degeneración o desgaste), de modo que indican problemas diferentes. Así, la artritis es una inflamación que afecta a la membrana sinovial, que es un tejido firme y elástico que recubre el interior de las articulaciones y que reduce la fricción entre el cartílago y las otras estructuras del interior de la articulación. Cuando se produce artritis, el líquido sinovial contenido en la membrana sinovial se esparce por la articulación en vez de ser reabsorbido como habitualmente ocurre, y como consecuencia se produce una erosión constante del hueso y del cartílago.
La artrosis, en cambio, es una enfermedad crónica que consiste en la degeneración del cartílago que recubre las superficies óseas de la articulación. El cartílago es el tejido que recubre el hueso y ayuda a reducir la fricción ocasionada por el movimiento. Con el paso del tiempo, el cartílago se va desgastando hasta desaparecer, de modo que los huesos rozan entre sí y esto provoca dolor y pérdida de flexibilidad de las articulaciones.
En la ilustración siguiente se muestra cómo es la articulación de la rodilla sana y qué ocurre cuando está afectada por artrosis o artritis:
Ya hemos visto las similitudes y las diferencias de la artritis y la artrosis; a continuación, te mostramos una tabla comparativa con las principales características de ambas enfermedades para que puedas identificarlas fácilmente:
Tipo de enfermedad | ARTRITIS | ARTROSIS |
Definición | inflamación de la membrana sinovial | desgaste del cartílago articular |
Localización más frecuente | manos, pies, rodillas, caderas | columna cervical, lumbar, manos, rodillas, caderas |
Causas/enfermedades a qué está asociada | enfermedades autoinmunes o infecciones | desgaste producido por la edad |
Tipo de dolor | constante | empeora con la movilidad y mejora con el reposo |
Otros síntomas asociados | síntomas extra-articulares (pérdida de peso, cansancio, etc.) | no suele haber síntomas extra-articulares |
Diagnóstico | analíticas de sangre y otros exámenes | se basa en la clínica del paciente, es decir en los síntomas que presenta y en la exploración física y radiológica |
Edad | cualquier edad, pero es más común entre los 20 y los 40 años | >40 años |
Puede remitir | sí | no, enfermedad crónica degenerativa |
Tratamiento | medicación antireumática | medicación antiinflamatoria y analgésica |
Artritis: síntomas y tipos
Síntomas
La artritis es una enfermedad que provoca dolor continuo, inflamación y enrojecimiento en las articulaciones, así como rigidez, deformidad y limitación de los movimientos. El dolor es constante y no mejora con el reposo y suele presentarse de forma simétrica, es decir, afecta a la misma articulación a izquierda y derecha del cuerpo. El dolor y la rigidez suelen ser más intensos después de permanecer mucho tiempo inactivos (como por ejemplo, al levantarnos por la mañana después de dormir) y, además del dolor articular, esta enfermedad también puede ir acompañada de otros síntomas como cansancio, fiebre y pérdida de peso, entre otros. El paciente puede combinar épocas más llevaderas, en las que la patología remite, con otras más duras en las que los síntomas son más intensos.
Principales tipos de artritis y diagnóstico
Existen más de 100 tipos de artritis y enfermedades asociadas; entre los más frecuentes debemos mencionar la osteoartritis (el tipo más común de artritis), la artritis reumatoide, la juvenil, la infecciosa, la psoriásica y la gota. A continuación los repasamos:
- osteoartritis (OA): desgaste y ruptura del cartílago de la articulación, provocando que los huesos rocen entre sí. Esto puede ocasionar dolor, hinchazón y rigidez y la formación de espolones óseos o un hueso adicional alrededor de la articulación. También puede causar rigidez y debilidad de los músculos y ligamentos alrededor de la articulación. Generalmente suele afectar las manos, las rodillas, las caderas o la columna y se relaciona con el envejecimiento o alguna lesión
- artritis autoinmune (siendo la más común la artritis reumatoide (AR)): enfermedad inflamatoria autoinmune (es decir, los propios anticuerpos provocan inflamación y destrucción de los tejidos). Además de causar dolor, inflamación, rigidez y pérdida de funcionalidad de las articulaciones (sobre todo, en dedos y muñecas), también puede afectar otras partes del cuerpo como los ojos, la boca y los pulmones
- artritis juvenil: artritis que afecta a los niños, provocándoles inflamación de las articulaciones (especialmente, de las manos, rodillas y pies) y pérdida de movimiento. En ocasiones también puede afectar a órganos internos
- artritis infecciosa: artritis provocada por una infección bacteriana, viral o por hongos que causa dolor intenso, enrojecimiento e hinchazón en las articulaciones, imposibilidad de moverlas, escalofríos y fiebre
- artritis psoriásica: como su nombre indica, la artritis psoriásica afecta a pacientes con psoriasis (enfermedad de la piel) y causa dolor, rigidez e hinchazón en las articulaciones
- gota: artritis debida a la acumulación de ácido úrico en la sangre, que no se elimina y se acumula en forma de cristales en la membrana sinovial de las articulaciones. Causa hinchazón, enrojecimiento, calor y rigidez y puede llegar a ser muy dolorosa
Para diagnosticar la artritis no hay pruebas específicas, aunque en general suelen realizarse análisis de sangre o análisis del líquido de la articulación inflamada.
Artrosis: síntomas y diagnóstico
La artrosis es un proceso degenerativo e irreversible que afecta al cartílago de las articulaciones. Produce rigidez y dolor en la columna cervical y lumbar, en las manos, en las rodillas y en las caderas; en ocasiones también puede producir inflamación, aunque no es lo habitual. Normalmente el dolor empeora con el movimiento, aunque a veces, demasiada inactividad (sobre todo entre las personas mayores, candidatas a sufrir esta patología) también comporta más problemas como la atrofia muscular, deformación y pérdida de movilidad. A diferencia de la artritis, la artrosis solo afecta a las articulaciones y no suele ir acompañada de otros síntomas.
El diagnóstico de la artrosis se establece en base a la exploración física que realiza el médico y a los síntomas que presenta el paciente. En ocasiones puede requerirse una radiografía para examinar la articulación, pero lo más importante para diagnosticarla es la sintomatología.
Causas y factores de riesgo en la artritis y la artrosis
La artritis puede presentarse en cualquier momento de la vida, aunque es más frecuente que aparezca entre los 20 y 40 años, mientras que la artrosis afecta a personas de entre 40 y 60 años. Ambas tienen una mayor prevalencia en mujeres que en hombres.
En cuanto a las causas, la artritis puede deberse a infecciones provocadas por gérmenes, a traumatismos, a enfermedades autoinmunes (como en el caso de la AR) o a otras dolencias como la gota.
La artrosis, en cambio, se asocia al envejecimiento y al desgaste articular que se produce con la edad, aunque hay otros factores como el sobrepeso y la obesidad, o el sobreesfuerzo en las articulaciones (tan habitual en los deportistas de élite como en algunos trabajos con movimientos repetitivos) que también pueden causarla.
Tratamiento de la artritis y de la artrosis
El tratamiento de la artritis consiste en una pauta antiinflamatoria para disminuir la hinchazón (siempre, bajo prescripción médica). En caso de artritis infecciosa se usan antibióticos, mientras que en la artritis reumatoide y la psoriásica se prescriben fármacos antireumáticos.
Como hemos comentado anteriormente, la artrosis es una enfermedad crónica degenerativa e irreversible, de modo que no puede frenarse ni tiene cura. Sí que podemos realizar un tratamiento conservador orientado a aliviar los síntomas, aumentar la movilidad y la funcionalidad de la articulación y mejorar nuestra calidad de vida. Para ello, probablemente nuestro médico nos prescribirá medicación analgésica y antiinflamatoria y mantener un peso saludable, ya que el sobrepeso y la obesidad agravan el dolor porque sobrecargan las articulaciones. En ciertos tipos de artrosis, el uso de soluciones que permiten descansar la articulación también puede estar indicado, como en el caso de la rizartrosis (artrosis del pulgar) con muñequeras o de la gonartrosis (artrosis de rodilla) con rodilleras.
Igualmente, también será fundamental realizar ejercicio físico adecuado a nuestra edad y a la articulación afectada ya que, si bien es cierto que el dolor mejora con el reposo, la inactividad prolongada es contraproducente y puede causar atrofia muscular. Así, para cuidar nuestras articulaciones sin someterlas a demasiado estrés podemos realizar ejercicios de bajo impacto como andar o nadar.
Como conclusión, en este artículo hemos analizado en profundidad las diferencias entre dos dolencias que a menudo se confunden y que, a pesar de tener similitudes, son distintas. La artritis es una inflamación que afecta a la membrana sinovial, un tejido firme y elástico que recubre el interior de las articulaciones, mientras que la artrosis es una enfermedad crónica que consiste en la degeneración del cartílago que recubre las superficies óseas de la articulación. Ambas dolencias afectan a una o más articulaciones, tienen más prevalencia en mujeres que en hombres y presentan síntomas parecidos, como dolor, rigidez e hinchazón de algunas articulaciones, aunque la localización y las causas por las que se producen son distintas. En cuanto al tratamiento, mientras que la artritis puede remitir y tratarse con medicación antireumática, la artrosis es una enfermedad crónica degenerativa y solo puede seguirse un tratamiento conservador a base de medicación antiinflamatoria y analgésica para aliviar los síntomas. Esperamos que este artículo te haya servido de ayuda y ahora te resulte más claro en qué consiste cada enfermedad, así como sepas qué hacer si sufres alguna de las dos.
Fuentes:
BBC Mundo. (4.02.2018) ¿En qué se diferencian la artrosis de la artritis y qué tratamientos tiene cada una? Recuperado de https://www.bbc.com/mundo/noticias-42512083
Kern Pharma. (14.12.2017) Artritis y artrosis: conoce las diferencias. Recuperado de https://www.kernpharma.com/es/blog/artritis-y-artrosis-conoce-las-diferencias
Medline Plus. Artritis. Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU. Recuperado de https://medlineplus.gov/spanish/arthritis.html
Imagen:
Fibriomalgia Noticias. Diferencia artritis y artrosis. Recuperado de https://fibromialgianoticias.com/artritis-y-artrosis-diferencias/
*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.