Un dato muy gráfico que ilustra a la perfección cómo caminamos es el desgaste de nuestro calzado: ¿tiene la parte trasera desgastada?, ¿o más bien la delantera?, ¿es igual en ambos pies o en cada uno es distinto?
Los pies son los cimientos del cuerpo, aguantan todo el peso y son esenciales para absorber y distribuir correctamente las cargas, pero si no los apoyamos bien en el suelo y repartimos el peso de manera desigual, pueden aparecer dolores osteoarticulares y musculares en varias partes del organismo.
En consecuencia, podemos tener dolor de cadera por una mala pisada, una lesión de rodilla o incluso molestias en zonas tan distantes de los pies como la espalda o el cuello. En este artículo te contaremos los problemas provocados en distintas partes del cuerpo por pisar mal y qué podemos hacer para corregirlos y aliviar las molestias.
Tabla de contenidos
El aparato locomotor: qué es y para qué sirve
Para entender la repercusión que tiene una mala pisada en las distintas estructuras del cuerpo, debemos hacer antes un pequeño apunte sobre el aparato locomotor y su función. El aparato locomotor es un conjunto de huesos, músculos, ligamentos y tendones que nos permite realizar los movimientos que ordena el sistema nervioso. Tal como hemos comentado, se trata de un conjunto, de una cadena compuesta por distintas estructuras que va de pies a cabeza, de forma que una mala pisada no solo afecta a los pies, sino que sino que también puede tener repercusión en las rodillas, las caderas, e incluso en la espalda y en el cuello.
La importancia de los estudios biomecánicos de la pisada
En primer lugar, si sufrimos dolor lumbar al estar de pie o en otras posiciones será muy importante que realicemos un estudio biomecánico de la pisada para ver cómo repartimos las cargas (tanto de pie sin movernos como al caminar), si tendemos más a apoyarnos en la parte interna o en la externa y qué consecuencias tiene esto para el aparato locomotor. ¿Y en qué consiste exactamente un estudio biomecánico de la pisada? Pues se trata del conjunto de pruebas diagnósticas que realiza un centro podológico especializado en tecnología avanzada para conocer y prevenir posibles dolencias y lesiones del pie y de otras partes del cuerpo.
Consecuencias de una mala pisada para la cadera y las rodillas
Una pisada pronadora (es decir, aquella que sobrecarga la parte interior del pie y que, a menudo, está relacionada con los pies planos ) provoca una serie de desequilibrios osteoarticulares y musculares de pies a cabeza. Así, este tipo de pisada causará que el arco plantar (más conocido como «puente») caiga hacia el interior y que las rodillas también roten hacia el interior. La desalineación de las extremidades inferiores también afectará a la pelvis, haciéndola bascular hacia delante con el consecuente descenso del pubis y ascensión del sacro, y la cadera se situará en anteversión. La mala colocación del cuerpo también afectará al tronco, provocando que la columna vertebral no esté recta y pueda causar lumbalgia, y los hombros estén caídos en vez de bien alineados.
El caso contrario a la pronación es la supinación. Una pisada supinadora (aquella en que se sobrecarga la parte externa del pie) también puede ocasionar problemas tanto en los pies como en otras estructuras del cuerpo, ya que la persona que sobrecarga la parte externa del pie tendrá menos estabilidad y esto generará una tensión excesiva en la cadena externa del muslo. En consecuencia, es probable que aparezcan problemas de rodilla (que, a su vez, puedan repercutir en dolor de cadera y de espalda) y riesgo de lesiones, como torceduras, esguinces, fracturas, o bien lesiones ligamentosas o musculares.
Vemos, pues, cómo los problemas derivados de una mala pisada no solo afectan los pies, sino que también pueden provocar dolor de rodilla, de cadera, de espalda, de cuello y de hombros.
Cómo corregir y aliviar el dolor de cadera y rodilla por una mala pisada
Una vez hayamos detectado las causas de nuestra mala pisada, será muy importante actuar de inmediato para que los problemas no se agudicen y que el dolor de cadera y rodillas no vaya a más. Para ello, se recomienda poner en práctica las siguientes acciones:
- usar plantillas de alineación postural: este tipo de plantillas equilibran la carga del peso corporal y ayudan a mejorar la postura. Concretamente, alinean la estructura ósea y evitan sobrecargar ciertas zonas del pie, hecho que permite disminuir la tensión muscular y el dolor articular; además, estos plantillas evitan el dolor al permanecer parado y el cansancio y mejoran el rendimiento. Se trata de productos que absorben y amortiguan muy bien los impactos, permiten transpirar y absorber el sudor, y se ajustan a la anatomía de cada persona, ya que se adaptan al tipo de arco plantar, presión y medida del pie. Las plantillas están indicadas para todo tipo de público (personas con dolor de pies en general, dolor de rodillas, de caderas, molestias lumbares, trabajadores cuya actividad laboral requiere posturas forzadas que sobrecargan la espalda), y para personas que sufren desequilibrios en los pies, tienen los tobillos laxos o bien en mujeres embarazadas que empiezan a notar un aumento de peso.
- utilizar un calzado adecuado: los zapatos que usamos a diario tienen una incidencia directa en nuestra salud podal, ya que si no son de buena calidad, tienen una suela demasiado fina o demasiado tacón, pueden provocarnos problemas tanto en los pies como en otras partes del cuerpo. Por ello, es esencial escoger zapatos de buena calidad, con una suela que amortigüe bien los impactos contra el pavimento y no potencie la pronación o la supinación
- realizar estiramientos y ejercicios: una pisada pronadora o supinadora que sobrecargue la zona interior o exterior del pie, respectivamente, provocará que el peso del cuerpo esté mal repartido y la musculatura se alargue o se acorte. Si tenemos dolor de rodillas por una mala pisada, podemos realizar algunos ejercicios y estiramientos para aliviar las molestias, además de cuidar esta articulación intentando no cargar demasiado peso, prestando atención a la dieta para evitar el sobrepeso o usando rodilleras, entre otros consejos. En caso de dolor de cadera a causa de una pisada pronadora o supinadora, se recomienda evitar ciertas posturas o movimientos que puedan agravar las molestias, hacer dieta si tenemos sobrepeso, reducir la intensidad de la actividad física o aplicar frío
En este artículo te hemos contado cómo las malas posturas y la forma de caminar pueden provocar desalineaciones y desequilibrios corporales, pudiendo generar problemas osteoarticulares y musculares en distintas partes del cuerpo. En consecuencia, una mala pisada no solo puede ocasionar dolencias en los pies, sino molestias y dolor en las rodillas, las caderas, la espalda y el cuello. Tras hacer un estudio biomecánico de la pisada para saber cómo pisamos y detectar el origen del problema, será básico que usemos plantillas de alineación postural, realicemos ejercicios y estiramientos y usemos un calzado adecuado para aliviar los síntomas y no agravar más las molestias.
Fuentes:
Información y estudios internos de Farmalastic
*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.
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