Uno de los problemas más habituales de dolor de pies en la población, suele ser, sin duda, el Hallux Valgus. Quizás con este nombre no lo reconozcas, pero estamos hablando del común juanete, una deformación en la curvatura natural del primer dedo del pie (el dedo gordo). Esta deformación causa dolor y enrojecimiento y otros problemas en los pies que posteriormente detallaremos. El Hallux Valgus afecta a un 10% de la población española (4,6 millones de personas) y, a partir de los 65 años, al 43,8%, de forma que es una patología muy extendida a partir de esta edad.
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Causas y síntomas
Pero, ¿por qué aparecen los juanetes? No hay una única causa sino que pueden producirse por varios motivos: la edad, el sobrepeso, la morfología del pie, la predisposición genética, la pronación (pisada) y el uso de un calzado inadecuado, entre otros. De hecho, afecta nueve veces más a las mujeres que a los hombres a menudo por el uso de zapatos de tacón, ya que este tipo de calzado favorece la aparición de juanetes.
En cuanto a los síntomas, el Hallux Valgus suele producir dolor y enrojecimiento y, a veces, el primer dedo del pie puede montarse sobre el siguiente, produciendo un aplastamiento y ensanchamiento de la parte anterior del pie.
Fases del juanete
Los juanetes suelen pasar por cuatro fases distintas, de menos a más severidad, como se observa en las siguientes ilustraciones:
FASE 1: Juanete poco desarrollado, que molesta o duele puntualmente pero no impide la movilidad del primer dedo o dedo gordo, permitiendo caminar y calzarse con normalidad.
FASE 2: Juanete visible y ya desarrollado que duele habitualmente, pero no impide la movilidad del primer dedo o dedo gordo, aunque puede molestar dentro del calzado estrecho.
FASE 3: Juanete visible y muy desarrollado que duele habitualmente que impide la movilidad del primer dedo o dedo gordo, dificultando la pisada y calzarse con normalidad.
FASE 4: Juanete visible y tan desarrollado que desvía el resto de dedos o hace que se monten unos sobre otros, dificultando mucho la pisada e impidiendo calzarse con normalidad.
¿Qué puedes hacer?: tratamiento preventivo y conservador
Los juanetes suelen ser molestos e incluso pueden limitar la movilidad de forma muy importante pero, tanto si están en fase inicial como en una fase más avanzada, existen soluciones que pueden ayudarte a que el problema sea más llevadero y no se agudice. Así, por un lado, puedes aplicar un tratamiento preventivo orientado a cuidar el pie para evitar que aparezca el juanete o bien, si ya se ha producido la deformación en el pie, puedes optar por un tratamiento conservador que minimice las molestias que causa.
Tratamiento preventivo
Para prevenir la aparición de juanetes puedes llevar a cabo las siguientes acciones:
- Mantener una higiene e hidratación diarias, así como visitar al podólogo cada cierto tiempo o si surge alguna alteración.
- Usar un calzado apropiado, amplio, de piel blanda, que no comprima los dedos y sin tacón.
- Realizar ejercicios para tonificar la musculatura del pie.
- En pacientes con factores de riesgo, utilizar protectores/separadores, además de consultar al podólogo y al farmacéutico de confianza.
Tratamiento conservador
Si, en cambio, el juanete ya ha aparecido, deberás hacer todo aquello que te ayude a disminuir el dolor y evitar que empeore. De esta forma, es aconsejable que sigas las siguientes recomendaciones:
- Usar protectores, correctores y separadores interdigitales para frenar en lo posible que la articulación se subluxe (no esté en su posición habitual);
- Aplicar frío y mantener bien hidratada la piel del pie.
- Usar calzado apropiado, con espacio amplio para los dedos y forma de la puntera rectangular.
- Realizar ejercicios para tonificar la musculatura del pie.
- Aplicar un tratamiento con antiinflamatorios y otros analgésicos (si existe una molestia importante, se recomienda acudir al podólogo para que haga una infiltración).
- Utilizar soportes plantares (hechos a medida por el especialista) para corregir la pisada.
Hallux Valgus severo: tratamiento quirúrgico y postoperatorio
Cuando el Hallux Valgus está en las fases más avanzadas (3 y 4), implica la pérdida de movilidad del primer dedo del pie y merma la calidad de vida del paciente, sin duda, la mejor opción es el tratamiento quirúrgico. Asimismo, también está indicado si la articulación está luxada, hay dolor o no se pueden usar zapatos sin sufrir molestias, o bien si hay una deformación excesiva que impide caminar con normalidad.
En cuanto a la cirugía podal, existen dos tipos: la tradicional o campo abierto, que implica grandes incisiones, y la percutánea o M.I.S. (del inglés Minimal Incision Surgery), en la cual las incisiones son mínimas. Tras la cirugía, el periodo de recuperación es de 4 semanas sin dolor acompañado de rehabilitación. Durante este periodo, se debe utilizar un calzado postoperatorio especial y, posteriormente, un calzado adecuado, así como dispositivos que alivien el dolor, amortigüen la fricción y mantengan la alineación del primer radio, junto con cremas hidratantes. El uso de un corrector de juanete también es recomendable para evitar que vuelva a aparecer.
Correctores, protectores y separadores interdigitales: ¿cómo pueden ayudarte?
Como hemos comentado anteriormente, en función del caso y del grado de desarrollo del juanete necesitarás: o bien corregir la posición del dedo gordo del pie para intentar alinear los dedos, o bien proteger el juanete y aliviar el dolor reduciendo la presión o fricción del zapato.
Alinear los dedos
Si necesitas corregir la posición del dedo gordo para intentar alinear el resto de dedos del pie deberás usar un corrector de juanetes. Los correctores están elaborados con un tejido elástico con un módulo de gel de silicona y se adaptan muy bien a todo tipo de pies. Estos correctores frenan la evolución del Hallux Valgus ya que limitan el movimiento del primer radio y están indicados en las fases 1-2, cuando el juanete no impide aún la movilidad del primer dedo, o bien después de la cirugía (3-4 meses).
Los separadores interdigitales también están indicados para alinear los dedos, ya que disminuyen la tracción (fuerza) que ejerce el músculo abductor sobre el primer dedo, limitan la desviación del dedo y evitan la superposición del segundo dedo. Se recomiendan en las fases iniciales del juanete (2) o en las fases 3-4, si el paciente los tolera.
Proteger el juanete y aliviar el dolor
Si, en cambio, el juanete es más limitante y necesitas protegerlo y aliviar el dolor, lo mejor es optar por los protectores. Los protectores disminuyen la fricción sobre el juanete, absorben la presión que ejerce el zapato y reducen la presión en la planta del pie y el dolor plantar. Están indicados en las fases 3-4, cuando el juanete impide la movilidad del primer dedo y limita sustancialmente la calidad de vida del paciente, y en la fase inicial, cuando todavía no hay casi desviación, para proteger el juanete del roce del calzado.
Como hemos visto a lo largo del artículo, los juanetes pueden ser muy molestos y limitantes pero, si quieres seguir en movimiento y que nada te detenga, puedes realizar muchas acciones preventivas en tu día a día que, sin duda, te proporcionarán un gran alivio y mejorarán tu calidad de vida. Además, tu farmacéutico y podólogo de confianza también podrán ayudarte recomendándote la mejor solución terapéutica para tu caso con correctores, protectores y separadores interdigitales o bien indicándote cuándo es necesario recurrir al tratamiento quirúrgico.
Fuentes:
Cinfasalud.com
Información y estudios internos de Farmalastic
*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.
