Ejercicios para pies cavos

EJERCICIOS Y CUIDADOS
Por Equipo Farmalastic

Si bien un gran porcentaje de la población (sobre todo, niños) tiene los pies planos, otra deformidad podal muy extendida es el caso contrario: los pies cavos , es decir aquellos cuyo arco plantar es demasiado pronunciado.

Este exceso de «puente» (tal como se conoce popularmente al arco plantar), provoca que el peso del cuerpo esté mal repartido, sobrecargando la parte delantera (antepié) y la trasera (retropié) y causando tensión muscular y rigidez de las articulaciones del pie. ¿El resultado? Frecuentes fascitis plantares, dedos en garra y callosidades, entre otros problemas. En este artículo te enseñaremos algunos ejercicios para relajar la tensión que genera el pie cavo y flexibilizar las articulaciones y demás estructuras del pie. 

¿Qué son los pies cavos y qué consecuencias tienen?

Tal como hemos comentado con anterioridad, los pies cavos son aquellos que presentan un arco plantar demasiado alto. Esto provoca que la superficie de apoyo del pie sea mucho menor y se cargue el peso en las zonas anterior (concretamente, en los huesos metatarsos) y posterior del pie (talón), como muestra la siguiente ilustración:
pies cavos

Para diagnosticar esta deformidad podal se recomienda consultar con un podólogo, quién, además de realizar una exploración del pie y revisar la historia clínica, probablemente recomendará un estudio biomecánico de la pisada para analizar cómo nos colocamos y repartimos las cargas en el pie en estático (sin movernos) y en dinámico (en movimiento, andando o corriendo).

Como resultado de este estudio, el podólogo podrá diagnosticar pies cavos, además de otras afecciones que a menudo acompañan esta deformidad podal, tales como:

  • dolor en el antepié (metatarsalgia): literalmente significa <<dolor en los metatarsos>>, que son los huesos largos del pie que unen los dedos con el talón. El exceso de arco plantar provoca que la carga que soporta cada metatarsiano esté descompensada y haya un desequilibrio entre el antepié (parte anterior del pie) y la parte posterior (retropié). Como consecuencia, el antepié recibe una carga excesiva y esto causa que la almohadilla plantar (tejido protector del pie ubicado justo debajo de los huesos metatarsos) se desgaste y vaya disminuyendo, provocando dolor en la zona
  • fascitis plantar y dolor en el talón (talalgia): es otra de las consecuencias más habituales del pie cavo. Como en este tipo de pie el arco plantar es superior al normal, se reduce la superficie de apoyo en la zona lateral y esto provoca que la fascia plantar (banda fibrosa de tejido elástico que conecta el antepié con el retropié) sufra una mayor tensión. A su vez, una fascitis plantar continuada en el tiempo puede derivar en un espolón calcáneo (protuberancia puntiaguda del hueso calcáneo –situado en el talón– hacia el interior del pie que causa dolor punzante y dificulta el apoyo normal del retropié)
  • helomas (callos): la posición que adoptan los dedos de los pies si hay un exceso de puente provoca que, a menudo, rocen con la parte interior del calzado y aparezcan callosidades (tilomas) en el dorso de los dedos, especialmente en la parte superior de dos huesos metatarsianos (los que están situados debajo del primer dedo del pie y del quinto dedo o dedo pequeño) 
  • dedos en garra : la tensión muscular y la rigidez que provocan los pies cavos puede ocasionar la flexión permanente de varias articulaciones de los dedos, que adoptan la forma de una garra para contrarrestar la sensación de inestabilidad derivada del exceso de arco plantar.

Además de estas varias afecciones podales, los pies cavos también pueden causar múltiples patologías musculares, tendinosas y articulares en las piernas e incluso en la espalda, por lo que resulta esencial tratarlos para que el exceso de arco plantar no provoque más problemas.

Tratamiento del pie cavo

El tratamiento del pie cavo se basa en tres pilares: usar plantillas para corregir la deformidad, realizar ejercicios fisioterapéuticos para aliviar los síntomas y, solo en los casos más severos, someterse a un tratamiento quirúrgico para mejorar la funcionalidad del pie y mejorar la calidad de vida del paciente.

Las plantillas para el pie cavo permiten paliar la deformidad, posibilitando un mejor apoyo y distribución de las cargas y realineando las alteraciones estructurales. Sin embargo, es importante precisar que en la edad adulta estas soluciones palian la deformación pero no pueden corregirla, a diferencia de lo que ocurre en la infancia, período en el cual los huesos se están formando y sí que puede corregirse el arco plantar. Así, las plantillas para pies con mucho puente no permiten modificar la estructura de los huesos del pie, pero sí hacer las cargas más homogéneas y mejorar los síntomas del paciente adulto. Evidentemente, además de utilizar estas soluciones, será muy importante elegir un calzado adecuado que no acentúe el arco plantar (como, por ejemplo, los zapatos de tacón en el caso de las mujeres) y realizar ejercicios terapéuticos de forma regular, sobre todo si tenemos mucha sintomatología.

Ejercicios para el pie cavo

Para aliviar el dolor y las molestias que provocan los pies planos, a continuación te mostramos diez ejercicios terapéuticos de movilidad, reeducación de los músculos de la pierna, de estiramiento, equilibrio y de marcha; muchos de ellos también se utilizan para tratar la metatarsalgia y es que ya hemos comentado que este es uno de los problemas habituales de los pies cavos. Se trata de ejercicios sencillos que puedes practicar en casa; no necesitas más que una silla, una toalla y una pelota para realizarlos:

  1. Movilización de dedos y estiramiento de la fascia plantar 
    Movilización de dedos y estiramiento de la fascia plantar2
    Movilización de dedos y estiramiento de la fascia plantar

    Sentado en una silla, mueve el dedo en todas las direcciones separándolo del resto y estirando la fascia plantar

    2. Automasaje de la planta del pie con una pelota

    Automasaje de la planta del pie con una pelota

   Sentado, desliza la pelota desde el talón hasta los dedos y viceversa durante dos minutos con cada pie

  1. Rotación de pie y tobillo 


    3. Rotación de pie y tobillo

    Sentado con la pierna estirada, realiza círculos amplios de tobillo, cinco hacia un lado y cinco hacia el otro

    4. Flexión de dedos y de la planta del pie

    Flexión de dedos y de la planta del pie

    Sentado con los pies apoyados en una toalla, agárrala con los dedos y estírala cinco veces

    1. Elevación de la punta y talón sentado

    5. Elevación de la punta y talón sentado

    Sentado con los pies juntos y apoyados en el suelo, eleva los dedos y la planta del pie y, posteriormente, el talón y la planta. Realiza diez repeticiones de cinco segundos cada vez

    1. Elevación de talones de pie

    6. Elevación de talones de pie
    De pie con los pies juntos ponte de puntillas durante cinco segundos y realiza diez repeticiones. Si necesitas apoyo, utiliza una mesa o pared

    7. Caminar en punta y talón
    Caminar en punta y talón

    De pie, camina de puntillas dos minutos, dos minutos más sobre los talones y, finalmente, dos minutos más sobre el borde interno

    1. Flexión de rodilla y equilibrio
      Flexión de rodilla y equilibrio

    De pie, flexiona la rodila y quédate sobre un pie (apóyate levemente sobre una mesa o pared si lo necesitas). Para mayor dificultad, puedes ponerte de puntillas y aguantar el equilibrio. Haz cinco repeticiones de quince segundos

    9. Estiramiento de gemelo
    Estiramiento de gemelo

    De pie, de frente a una pared, atrasa una pierna con la rodilla estirada y con el talón en el suelo y estira durante 20 segundos con cada pierna

    1. Estiramiento de gemelo y de fascia plantar

    10. Estiramiento de gemelo y de fascia plantar

    De pie, frente a una superficie elevada, estira el gemelo y el sóleo y mantén las rodillas estiradas durante veinte segundos con cada pierna.

     



    Concluyendo, en este artículo te hemos enseñado algunos ejercicios para aliviar las molestias y dolores que a menudo provocan los pies cavos, como la fascitis plantar, los dedos en garra y las callosidades, entre otros problemas. Si los practicas a menudo, utilizas plantillas para tratar esta deformidad podal y un calzado adecuado, pronto sentirás un gran alivio y tus pies te lo agradecerán.

     

    Fuentes:

    Ergodinámica. Pie plano y pie cavo: qué son, cuáles son sus síntomas y cómo podemos tratarlo. Recuperado de: https://www.ergodinamica.com/blog/pie-plano-pie-cavo-que-son-sus-sintomas-y-tratamiento/

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    Imágenes:

    Ergodinámica. Pie plano y pie cavo: qué son, cuáles son sus síntomas y cómo podemos tratarlo. Recuperado de: https://www.ergodinamica.com/blog/pie-plano-pie-cavo-que-son-sus-sintomas-y-tratamiento/

    Ortoibérica. Pie cavo. Recuperado de: https://www.ortoiberica.com/ortopedia-protesica-exogena-ortesica/pies/pie-cavo_5795_802_8373_0_1_in.html