¿Dolor en el antepié? Conoce sus causas y soluciones

¿SABÍAS QUÉ?
Por Equipo Farmalastic

¿Sientes dolor localizado en la almohadilla del pie? ¿Alguna vez has notado recalentamiento e inflamación en esta zona? Estos son algunos de los síntomas habituales de la metatarsalgia o dolor en el antepié, una de las patologías podales más frecuentes que sobrecarga los metatarsos (los huesos largos del pie que unen los dedos con el talón). Además, a menudo está relacionada con otros problemas de los pies como los juanetes, las queratosis, los pies cavo y equino, y los dedos en garra, entre otros, así que es importante conocer sus causas y el tratamiento a seguir para que el problema no se agrave.


Almohadilla del pie


Metatarsalgia: ¿qué es?

La metatarsalgia es un problema biomecánico (es decir, de la forma de trabajar del pie) en el cual la carga que soporta cada metatarsiano está descompensada y hay un desequilibrio en la distribución del peso entre el antepié (parte anterior del pie) y el retropié (talón). El antepié soporta una presión excesiva y esto provoca que la almohadilla plantar, que es el tejido protector del antepié situado debajo de los metatarsos, se desgaste y vaya disminuyendo hasta prácticamente desaparecer, tal como se observa en la siguiente ilustración:


Esquema proceso metatalsargia

Este desgaste se traduce en dolor, sensación de recalentamiento, durezas plantares e inflamación y requiere tratamiento para aliviar las molestias y evitar que el problema se agudice.


Tipos de metatarsalgia, causas y factores predisponentes

La metatarsalgia puede ser de dos tipos: crónica o puntual. El dolor en el antepié crónico se debe al desgaste progresivo de la almohadilla natural del pie, mientras que el dolor puntual es resultado de usar un calzado determinado (zapatos de tacón alto o estrechos), de pasar muchas horas de pie o bien de practicar deportes de impacto que incrementan la presión en la almohadilla plantar.

Otra causa que puede contribuir a desarrollar esta patología es la forma del pie; concretamente, si tenemos el pie cavo o el pie equino tendremos más probabilidades de sufrir metatarsalgia. El pie cavo es aquel con un exceso de puente, hecho que provoca que la superficie de apoyo del pie sea mucho menor y carguemos el peso corporal en las zonas anterior y posterior. El pie equino es una afección congénita que afecta a los pies y la parte inferior de la pierna y provoca que el pie se curve hacia adentro y hacia abajo; en consecuencia, la superficie de apoyo tampoco es la normal y se sobrecarga el antepié.

Otras alteraciones en la morfología del pie que también pueden predisponernos a sufrir este problema son:
  • La sobrecarga del primer radio (el radio se compone de la falange+primer metatarsiano): se produce cuando el primer metatarsiano soporta más carga de la que debería ya que el hueso es más largo de lo habitual; puede causar otras patologías podales.

  • La insuficiencia del primer radio: ocurre cuando la cabeza del primer metatarsiano no está alineada con la de los restantes. En consecuencia, el primer metatarsiano no recibe la carga que le corresponde, y ésta pasa a la cabeza del segundo y tercer metatarsianos, provocando dolor en la zona y callosidades (hiperqueratosis plantar).

  • La insuficiencia de radios medios o centrales: los metatarsianos centrales no se apoyan en el suelo correctamente, de forma que el primer y el quinto huesos están sobrecargados y esto provoca dolor en las articulaciones de las falanges y los metatarsianos. También puede causar hiperqueratosis e higromas (quiste lleno de líquido formado en el revestimiento de una articulación o tendón).

Finalmente, si sufrimos hallux valgus (el común juanete), tendremos más posibilidades de desarrollar esta patología. El hallux valgus es una deformación en la curvatura natural del primer dedo del pie (el dedo gordo) en la cual la articulación de las falanges y los metatarsianos se subluxa (es decir, se desplaza respecto a su eje anatómico correcto). Este desplazamiento sobrecarga los metatarsianos y puede causar dolor en el antepié.

Perfiles de pacientes

Tal como hemos comentado en párrafos anteriores, la metatarsalgia suele afectar principalmente a dos perfiles de pacientes, sobre todo mujeres:

  • mujeres de 30/40 años que usan calzado de tacón y/o estrecho (dolor puntual)

  • mujeres de más de 60 años con desgaste por edad u osteoporosis (dolor crónico)

Tratamiento: cómo combatir la metatarsalgia

Para hacer frente al dolor en el antepié podemos optar por un tratamiento preventivo o un tratamiento conservador.

Tal como su nombre indica, el tratamiento preventivo está enfocado a evitar que aparezca esta patología a partir de una serie de medidas:

  • Promover el cuidado del pie sano: es esencial mantener una buena higiene e hidratación diarias, así como realizar una visita al podólogo cada cierto tiempo si surge alguna alteración.

  • Usar un calzado apropiado: debemos escoger un calzado adecuado que no oprima el pie, con una suela rígida que absorba bien los impactos y evitar, en la medida de lo posible, los tacones.

  • Mantener un peso saludable: si estamos dentro de nuestro peso, evitaremos sobrecargar los metatarsos y disminuiremos el riesgo de sufrir metatarsalgia.

  • Tratar los dolores del pie relacionados con el dolor plantar: en caso de sufrir patologías que afecten a la planta del pie como hiperqueratosis, pie cavo, pie equino, hallux valgus (juanetes) o dedos en garra, deberemos tratarlos cuanto antes con un especialista para que no empeoren y aparezca también dolor en el antepié.

El tratamiento conservador, en cambio, es aquél que se aplica cuando ya sufrimos metatarsalgia y busca disminuir la carga en el antepié poniendo en práctica varias soluciones:
  • Enuclear el heloma (callo con núcleo sobre un punto óseo): a veces las callosidades pueden presentar un núcleo que hay que eliminar; es lo que en podología se llama enuclear. Si tenemos uno deberemos acudir al especialista para que lo elimine e hidratar bien la zona para intentar evitar que vuelva a aparecer.
  • Colocar una almohadilla en el metatarso del calzado: si usamos una almohadilla plantar, quitaremos presión a la zona dolorida y nos aliviará las molestias.
  • Usar plantillas a medida si el problema persiste: las plantillas especiales nos ayudarán a mejorar la distribución de la carga del pie y/o a corregir las posibles alteraciones en la carga (pie valgo, plano, etc.), protegiendo así el metatarso.

Dentro de las opciones que tenemos para tratar el dolor en el antepié, la almohadilla plantar es una solución cómoda para usar diariamente que nos ayudará a proteger la piel, aliviar las molestias y reducir las durezas.

En el mercado existen distintas soluciones en función de nuestras necesidades: por ejemplo, si sufrimos dolor crónico o habitual a causa del desgaste de la almohadilla natural del pie, podemos utilizar una almohadilla plantar en nuestros zapatos. El diseño de estas almohadillas, desarrollado por podólogos, permite que se adecúen a la anatomía y biomecánica del pie (es decir, a la manera cómo este trabaja) ya que se usan en actividad, mientras andamos, y distribuyan las presiones sin sobrecargar la zona del antepié. Como la función de estas soluciones es sustituir la almohadilla desgastada del pie, están elaboradas con un gel de silicona de alta calidad que emula la almohadilla natural y no causan ningún tipo de dolor o incomodidad al llevarlas. Igualmente, son suficientemente espesas para amortiguar los impactos contra el suelo y evitar la sensación de recalentamiento a causa de las durezas plantares. Existen almohadillas tanto para calzado cerrado como abierto.

Si sufrimos dolor puntual por el uso de zapatos de tacón, deberemos utilizar las almohadillas plantares específicamente diseñadas para este tipo de calzado. Como en este caso la almohadilla natural del pie no está tan desgastada sino que el dolor que sufrimos es debido al uso esporádico de tacones, la almohadilla es más fina que la anterior y resulta muy cómoda de llevar. Además, se adapta muy bien a la anatomía del pie y permite distribuir adecuadamente la presión que los zapatos de tacón ejercen en el antepié.

Finalmente, si hacemos actividad física de forma regular y practicamos deportes de impacto, puede que suframos metatarsalgia a causa de la fricción y el desgaste que estas actividades provocan en el antepié. En este caso, lo más recomendable es que usemos las almohadillas específicas para actividad intensiva, que nos ayudarán a distribuir la presión y a aliviar el dolor, ya que previenen el recalentamiento en la zona y la formación de ampollas y callosidades debido a la práctica deportiva. Asimismo, se trata de soluciones ligeras, con un grosor intermedio que absorbe bien los impactos del suelo y un extra de sujeción para que no se muevan o deslicen mientras hacemos deporte.

Ilustración corredor apoyando al correr




En conclusión, la metatarsalgia o dolor en el antepié es una patología muy extendida entre la población, especialmente mujeres, que afecta a los metatarsos (los huesos largos del pie que unen los dedos con el talón). Esta dolencia aparece cuando la distribución del peso entre el antepié y el retropié (talón) está descompensada, lo cual sobrecarga los metatarsos y la almohadilla natural del pie se desgasta en exceso. En consecuencia, aparece dolor en el antepié, durezas plantares, sensación de recalentamiento e inflamación. La metatarsalgia puede ser crónica o puntual y deberse a varios factores: alteraciones en la morfología del pie, osteoporosis, uso de un calzado con hormas estrechas y/o zapatos de tacón, práctica de deportes de impacto o bipedestación prolongada (pasar muchas horas de pie). A menudo, también está relacionada con otros problemas podales como los juanetes, los dedos en garra o las queratosis, así que es muy importante tratarla cuanto antes para que el problema no se complique. De entre las varias soluciones existentes, podemos utilizar almohadillas plantares para tratar el dolor en el antepié puntual o crónico, mantener una buena higiene podal, evitar usar zapatos de tacón y recurrir al uso de plantillas si el dolor persiste. La metatarsalgia puede ser muy molesta y fastidiosa, pero si quieres pararle los pies, usa una almohadilla plantar y un buen calzado y verás cuánto mejoras. ¿Te animas a probarlo?

Fuentes:

Información y estudios internos de Farmalastic

El Sevier. Las metatarsalgias. Recuperado de https://www.elsevier.es/es-revista-revista-espanola-reumatologia-29-articulo-las-metatarsalgias-13055076

Medline Plus (Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU). Pie zambo. Recuperado de https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001228.htm

Servicio de traumatología y cirugía ortopédica. Hospital da Costa Burela (Lugo). Dolor en el antepie (metatarsalgias). Recuperado de https://sogacot.org/Documentos/Montero_Metatarsalgia.pdf


*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.