Condromalacia y condropatía rotuliana, en qué se diferencian

¿SABÍAS QUÉ?
Por Equipo Farmalastic

Dentro de las lesiones de rodilla, hay dos patologías que a menudo se confunden: nos referimos a la condromalacia y a la condropatía rotuliana.

Como ambas provocan dolor en la cara anterior de esta articulación, suelen usarse indistintamente, pero lo cierto es que no son la misma patología. A grandes rasgos, la condromalacia rotuliana consiste en un reblandecimiento del cartílago de la rodilla, mientras que la condropatía rotuliana es una lesión del cartílago articular. En este artículo te explicaremos en detalle la diferencia entre ambas, las causas que las provocan y los síntomas que originan, así como el tratamiento y los ejercicios prohibidos para cada una de ellas.

Definiciones

Como sucede a menudo, la etimología de las palabras puede darnos muchas pistas de su significado y resolver dudas. Si nos fijamos en el término condromalacia, observaremos que está compuesta de dos partes: condro, voz griega que significa <<cartílago>> y malacia, que significa «reblandecimiento anormal de una estructura». Dicho esto, la condromalacia rotuliana se define como el reblandecimiento del cartílago articular de la rodilla, que va degenerándose paulatinamente. Recordemos que el cartílago es el tejido que recubre los huesos de nuestras articulaciones y que tiene una doble función: por un lado, facilitar el engranaje articular y, por el otro, proteger esta estructura del roce excesivo entre huesos.

En cambio, tal como hemos apuntado con anterioridad, condropatía significa «enfermedad del cartílago», ya que en este caso hay una afectación estructural de dicho elemento, una lesión condral (del cartílago), tal como se denomina en terminología médica.

Condromalacia rotuliana: incidencia, características y síntomas

Juntamente con la tendinitis rotuliana, la artrosis y las luxaciones, la condromalacia rotuliana es una de las lesiones de rodilla más habituales. Esta dolencia genera dolor en la rótula o patela, limitando la movilidad de esta articulación, y aunque su presencia señala el inicio de que la articulación empieza a degenerarse, la condromalacia rotuliana puede aparecer a cualquier edad, no solo en personas de edad avanzada. Suele afectar a todas las articulaciones del cuerpo, si bien en mayor medida se da en la rodilla. Por sexos, tiene el doble de prevalencia en mujeres que en hombres y las personas que practican deporte y aquellas que exponen la articulación a posiciones forzadas debido a su actividad laboral tienen más riesgo de sufrir esta dolencia.

Como en la condromalacia rotuliana el cartílago de la rótula está reblandecido, este resiste menos carga y la transmite al hueso subcondral; el hueso o tejido subcondral es una zona blanda de los huesos localizada desde el cartílago articular hasta la médula ósea, y es esencial para sostener el cartílago y permitir el movimiento de la articulación. Como este hueso está inervado (es decir, le llegan estímulos nerviosos), cuando recibe la carga del cartílago, provoca dolor.

La condromalacia rotuliana suele asociarse a la práctica de actividad física (en especial, a realizar movimientos de flexo-extensión como subir escaleras, hacer sentadillas o practicar ejercicios de salto o carrera), y puede presentarse en una o en ambas rodillas. Sin embargo, también puede aparecer después de realizar ejercicio o tras estar sentado un largo periodo de tiempo con las rodillas flexionadas (por ejemplo, en largos viajes en coche o en avión).

Los síntomas de la condromalacia rotuliana son:

  • dolor en la zona anterior (es decir, delantera) de la rodilla
  • crepitación o sensación de arenilla en la rodilla
  • hinchazón en o debajo de la rótula
  • limitación de los movimientos de flexo-extensión
  • rigidez y sensación de inestabilidad en los casos más avanzados
  • derrame e incluso atrofia del músculo cuádriceps

Causas de la condromalacia rotuliana

Entre las causas de esta patología, debemos diferenciar entre dos grandes factores: los anatómicos o genéticos y los funcionales o adquiridos.

Factores anatómicos o genéticos

Son aquellos vinculados a la anatomía de la persona y que no se adquieren con el tiempo. Provocan un contacto anómalo entre el fémur y la rótula, aumentando la presión en el cartílago de la patela. Son los siguientes:

  • malformaciones: rótula demasiado pequeña o deformada
  • desalineaciones: rótula alta o demasiado baja
  • hiperlaxitud ligamentosa (exceso del rango de movimiento de un ligamento) y muscular
  • genu valgo (rodillas hacia afuera)
  • ángulo Q o ángulo del cuádriceps aumentado (concepto que indica la relación geométrica entre la pelvis, la tibia, la rótula y el fémur)
  • alteraciones de la pisada (pronación excesiva, es decir, demasiada inclinación del pie hacia el interior)
  • insuficiencia en los músculos extensores de la rodilla

Factores funcionales o adquiridos

Como su nombre indica, son aquellos que se adquieren con el paso del tiempo y que, a menudo, pueden modificarse. Estos factores pueden provocar cambios en la superficie del cartílago de la rótula y originar una condromalacia rotuliana. Son los siguientes:

  • sinovitis prolongada: inflamación de la membrana sinovial (capa de tejido conjuntivo que recubre una articulación)
  • atrofia o debilidad de uno de los músculos del cuádriceps, que causa la desviación lateral de la rótula
  • desequilibrios de los músculos alrededor de la cadera, que pueden afectar indirectamente a la rótula porque controlan la posición de la rodilla
  • entrenamiento inadecuado: un exceso de deporte, combinado con un nivel de musculación insuficiente, puede incrementar la presión que recibe el cartílago rotuliano
  • malas posiciones debido a la actividad laboral: agacharse y levantarse ponerse en cuclillas, cargar y descargar peso continuamente aumenta la presión del cartílago de la rótula
  • traumáticos: inestabilidad de la patela a causa de una fractura o luxación de este hueso o de una lesión osteocondral (la que afecta a una parte del cartílago y del hueso subcondral, situado debajo)
  • calzado inadecuado: en especial, los zapatos de tacón, ya que generan un mayor estrés en la articulación patelofemoral (es decir, la que une la patela con el fémur)
  • sobrepeso: el exceso de peso sobrecarga la articulación de la rodilla (y, por ende, el cartílago)
  • sedentarismo: mantener una posición estática durante un tiempo prolongado puede originar el desgaste del cartílago articular, por lo que se recomienda realizar ejercicios y mantenerse activo

Un apunte importante relacionado con esta patología es que a menudo a la condromalacia rotuliana se le llama síndrome de dolor femoropatelar, pero esto no es correcto. El síndrome femoropatelar indica el conjunto de síntomas que causan dolor en la cara delantera de la rodilla, alrededor o detrás de la rótula, mientras que la condromalacia rotuliana indica la degeneración del cartílago solo en la cara posterior de la rótula.

Condromalacia rotuliana: tratamiento

El tratamiento de esta patología se basa en tres ejes: en la fase aguda, está orientado a disminuir el dolor, mientras que en una fase posterior está dirigido a mejorar la mecánica de la rótula y restaurar el cartílago reblandecido. Para calmar el dolor y ganar seguridad al andar, inicialmente se recomienda utilizar un estabilizador de rodilla. Para mejorar la mecánica de la rótula, habrá que modificar ciertos hábitos (especialmente, en deportistas y trabajadores que fuerzan mucho la articulación femoropatelar durante su actividad), disminuyendo las cargas, modificando la actividad deportiva (dejando de practicar temporalmente actividades que fuercen mucho las rodillas, como el voleibol, el tenis o el rugby, y sustituyéndolos por otros como la elíptica y la natación, por ejemplo). También será importante muscular el vasto medial, uno de los músculos del cuádriceps, y los aductores, además de practicar ciertos ejercicios de core para fortalecer la zona abdominal y lumbar, los glúteos y los músculos isquiotibiales. 

Paralelamente, podemos intentar restaurar el cartílago de la rótula aplicando el método RICE, tomando suplementos orales y haciendo infiltraciones de ácido hialurónico (siempre, bajo prescripción médica).

Solo en los casos más severos en los que no se obtenga mejoría con un tratamiento conservador, deberá optarse por un tratamiento quirúrgico.

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Condropatía rotuliana: características y síntomas

Tal como hemos descrito al inicio del artículo, la condropatía rotuliana es la enfermedad del cartílago articular de la rótula; es decir, en este caso no solo está ablandado sino que presenta una lesión de más o menos gravedad. Suele producirse por factores muy similares a los que originan la condromalacia rotuliana, pero con mayor tiempo de exposición del factor de riesgo.

La clasificación de Outerbridge establece cuatro grados de condropatía según el tipo de lesión del cartílago articular:

  • grado I: el cartílago articular está reblandecido; a pesar de que coincide con la descripción de la condromalacia rotuliana y que durante mucho tiempo se han usado indistintamente ambas patologías, en la actualidad se tiende a diferenciarlas, hablando de condropatía rotuliana en grado I y de condromalacia rotuliana de forma separada
  • grado II: el cartílago articular presenta una ulceración superficial (menos de 1,3 mm)
  • grado III: el cartílago articular presenta una ulceración profunda (más de 1,3 mm)
  • grado IV: existe una lesión del hueso subcondral (el que está situado debajo del cartílago), no solo del cartílago articular




La condropatía rotuliana causa síntomas muy parecidos a la condromalacia rotuliana, tales como:

  • dolor en la parte anterior (delantera) de la rodilla (a menudo punzante, agudo), en especial al mantener la rodilla flexionada durante mucho tiempo (estar en cuclillas) y realizar el movimiento de flexo-extensión repetidamente (al subir y bajar escaleras, practicar ciertos deportes, etc.)
  • hinchazón (a causa de la sinovitis o inflamación sinovial)
  • crepitación al realizar el movimiento

 

Causas de la condropatía rotuliana

Entre las causas de esta patología de rodilla, encontramos cuatro grandes factores que analizaremos a continuación:

  • factores traumáticos: las contusiones en la rótula pueden provocar un choque entre este hueso y el fémur, causando una inflamación del cartílago. También la práctica de ciertos ejercicios de cuádriceps y torsiones de tobillo o rodilla pueden subluxar la rótula y ocasionar daños en el cartílago. Igualmente, las actividades laborales que implican estar continuamente apoyado en el suelo sobre la rodilla suponen una carga excesiva para el cartílago articular
  • factores biomecánicos: los desequilibrios estructurales (pies valgos, genu valgo, etc.) pueden causar una mala alineación de la rótula, hecho que se traducirá en cargas descompensadas que generarán demasiada fricción en el cartílago articular y, consiguientemente, una degeneración de esta estructura. El exceso o falta de laxitud también es otro factor predisponente para desarrollar condropatía rotuliana
  • factores infecciosos, reumáticos y metabólicos: se incluyen aquí los procesos artríticos, infecciones articulares y trastornos metabólicos, diabetes, osteocondritis disecante (enfermedad articular en la que el hueso situado debajo del cartílago muere debido a la falta de flujo sanguíneo, de modo que ambos pueden desprenderse) y cambios bruscos de peso (aumentar o bajar muchos kilos repentinamente)
  • factores degenerativos: el cartílago de la rótula se va degenerando debido a varias causas, como el sedentarismo, los malos hábitos alimenticios y las posturas repetidas que fuerzan la rótula y comprimen el cartílago. Otro factor degenerativo de esta estructura es la falta de nutrientes.

Condropatía rotuliana: tratamiento

En primer lugar, para tratar esta dolencia debemos tener clara qué la causa: desalineación de la rótula, pisada pronadora, sobrepeso, etc. Paralelamente, como en el tratamiento de la condromalacia rotuliana, en una primera etapa será recomendable usar un estabilizador de rodilla para reducir las molestias (sobre todo, si la condropatía rotuliana está en fases avanzadas) y aportar confianza al paciente para caminar. Si tenemos inflamación en la zona, la aplicación de hielo nos ayudará a rebajarla y la toma de analgésicos y antiinflamatorios (siempre, bajo indicación médica) también nos ayudará a calmar el dolor.

Ejercicios prohibidos para la condromalacia y la condropatía rotuliana

Para tratar estas dolencias será muy beneficioso realizar ejercicios de musculación de piernas y cuádriceps como de core (evidentemente, con intensidad moderada), y evitar otros que las agraven. Nos referimos a las sentadillas profundas (con un ángulo de más de 90º), los ejercicios de flexo-extensión continua, los saltos y la práctica de actividad en superficies duras, puesto que aumentan la presión que sufre el cartílago patelar. Igualmente, mientras estemos lesionados será mejor evitar ciertos deportes, tanto de verano como el tenis, el pádel y el trekking, como de invierno (esquí, alpinismo, patinaje sobre hielo, etc.).

Resumiendo, en este extenso artículo sobre la condromalacia y la condropatía rotuliana hemos analizado en qué consiste cada patología, qué similitudes y diferencias tienen, las causas que las provocan y el tratamiento a seguir. Además de evitar los factores de riesgo, para no desarrollar o agravar estas dolencias deberemos llevar una vida activa, evitando el sedentarismo y realizando actividad física de forma regular (como, por ejemplo, andando diariamente). Si, a pesar de ello, nos lesionamos, actualmente existen en el mercado varios productos para la rodilla que nos serán de gran ayuda mientras nos estemos recuperando, además de la aplicar hielo y seguir una pauta farmacológica para aliviar el dolor. 

 

Imágenes:
Stanford Medicine Children’s health. Anatomía del hueso. Recuperado de https://www.stanfordchildrens.org/es/topic/default?id=anatomyofthebone-85-P03232

Itramed. Condromalacia vs condropatía. 12.09.2016. Recuperado de https://itramed.com/condropatia-vs-condromalacia/

 
Fuentes:
Arnal, Juan. Cirugía ortopédica y traumatología deportiva. Condromalacia rotuliana: dolor rótula. Recuperado de  https://traumatologomadrid.es/condromalacia-rotuliana/
Fisioonline. Condromalacia rotuliana. Recuperado de https://www.fisioterapia-online.com/condromalacia-rotuliana-que-es-causas-sintomas-diagnostico-tratamiento
ICC. La lesión condral en los deportistas. 12.09.2016. Recuperado de https://www.iccimplantedecartilago.com/lesion-condral-deportistas/.

Itramed. Condromalacia vs condropatía. 12.09.2016. Recuperado de https://itramed.com/condropatia-vs-condromalacia/




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