Tipos de fajas: lumbares, abdominales y lumboabdominales

¿SABÍAS QUÉ?
Por Equipo Farmalastic

Si a menudo sufrimos lumbalgia, nos han operado recientemente de una hernia abdominal o padecemos artrosis en la columna, usar una faja nos ayudará a aliviar las molestias y a disminuir el dolor, pero ¿son todas las fajas iguales?, ¿cuál deberíamos usar en cada caso?

Los tejidos, el diseño y los elementos de estabilización, sujeción e inmoviliziación utilizados en cada faja son diferentes, lo que permite cubrir distintas necesidades y adaptar el tratamiento más adecuado para cada persona y situación. Dentro de la categoría de fajas existen las lumboabdominales, las abdominales y las lumbosacras, y cada una sirve para unas patologías en concreto. En este artículo te explicaremos en qué se diferencian y cuándo está indicado usarlas, así que quieres saber más sobre estos productos para no tener dudas a la hora utilizar una u otra, te recomendamos que sigas leyendo.

Fajas lumbosacras

Como su nombre indica, este tipo de fajas cubren la región lumbar y el sacro, que es el hueso situado en la base de las vértebras lumbares y que está conectado a la pelvis. La articulación lumbosacra constituye el asiento de una serie de estructuras que se combinan para proporcionar tanto una base sólida y estable para la columna vertebral, como una articulación multifuncional que permite que el torso se tuerza y se doble en todas las direcciones.

Dentro de las fajas lumbosacras, existen distintos tipos de fajas indicadas para aliviar el dolor que causan las lumbalgias (severas o de menor intensidad), la ciática (dolor lumbar causado por una hernia discal o un disco intervertebral abultado), la ciatalgia (dolor en el recorrido del nervio ciático por causas distintas a la ciática), la lumbociatalgia (lumbalgia con irradiación del dolor hacia las extremidades inferiores) y las hernias discales.

También se usan para tratar molestias inespecíficas y prevenir las lesiones lumbosacras en actividades intensivas (por ejemplo, trabajadores que realizan posturas repetitivas, movimientos bruscos, carga y movimiento de peso durante la jornada laboral, etc.) y en actividades deportivas, así como en la recuperación funcional de lesiones.

Este tipo de fajas también está recomendado en caso de sufrir molestias derivadas de defectos posturales y contracturas musculares, artrosis vertebral, descalcificaciones, reumatismos, desviaciones de la columna como la lordosis y en la contención posoperatoria. Si padecemos espindoteliosis, las fajas lumbosacras también nos reducirán el dolor que ocasiona esta dolencia aportando sujeción y confort; en la espondilolistesis las vértebras de la columna vertebral se deslizan hacia adelante, saliéndose de la posición correcta respecto al hueso de debajo y esto puede presionar el nervio y causar molestias.

Las  fajas lumbosacras están confeccionadas con tejidos elásticos, que permiten que se adapten anatómicamente, e incorporan ballenas o flejes en la zona lumbar. Junto con el cierre delantero de la parte abdominal, estos elementos ofrecen una estabilización y sujeción de menor o mayor nivel según la necesidad. Para lograr un mayor nivel de estabilización pueden contar con placas lumbares y refuerzos tensores en la zona lumbar.

Fajas abdominales

Las fajas abdominales ofrecen contención en la zona abdominal, ya sea para tratar pequeñas y medianas eventraciones o hernias abdominales y lesiones de la musculatura abdominal, en contención posquirúrgica y en rehabilitación postural.

Existen fajas con distintos niveles de compresión y, en base a la necesidad de contención, se recomendarán unas u otras.  

Las fajas abdominales aportan contención gracias a sus tejidos elásticos y a sus cierres delanteros. Los distintos tejidos con los que se confeccionan permiten aportar una mayor o menor compresión según las necesidades y adaptarse a la morfología de cada persona, siendo transpirables y respetuosas con la piel.

Fajas lumboabdominales

Estas fajas están recomendadas para tratar molestias inespecíficas o para afecciones que necesiten termoterapia, ya que el calor local que aportan baja la presión arterial y aumenta la presión sanguínea, consiguiendo un efecto de sedación y relajación de la zona que reduce el dolor. En el tratamiento lumbar, están indicadas para dolor leve de espalda (lumbalgias leves), dolores musculares y enfriamientos. En el tratamiento abdominal se usan para la contención posoperatoria, y en cirugías abdominales y gastrointestinales promueven la recuperación, disminuyen el dolor e incrementan la movilidad del paciente.

Como están elaboradas con algodón extra suave, son muy agradables y tienen una alta transpirabilidad, y se adaptan muy bien al contorno con un diseño fino y discreto.

Otros consejos para combatir las dolencias lumbares y los dolores musculares

Además de utilizar fajas para aliviar el dolor, podemos poner en práctica otras acciones para evitar sufrir lumbalgia y dolores musculares; a continuación, las repasaremos:

– mantén una postura corporal correcta, con la columna vertebral recta, la cabeza erguida sobre los hombros, y estos, alineados con las caderas

combate el sedentarismo manteniéndote activo y practicando deporte regularmente

– realiza pausas periódicas y haz estiramientos durante la jornada laboral, teletrabajes o no

– vigila el sobrepeso: estar por encima de nuestro peso dificulta mantener una postura estable y sobrecarga las articulaciones, pudiendo provocar dolores musculares en la espalda y otras partes del cuerpo

evita el <<frío en la espalda>>: si nuestra espalda está expuesta a frío (corrientes de aire, aire acondicionado), nuestros músculos se contraerán como mecanismo de defensa para mantener la temperatura corporal, pudiendo traducirse en dolores musculares, articulares y lumbalgias

– protege tu espalda para evitar lesiones: si eres aficionado al senderismo o a otros deportes que sobrecarguen la espalda, o bien realizas actividades laborales o domésticas que puedan dañar la zona lumbar, protégela con una faja y prepárate bien físicamente antes de empezar la actividad

A modo de conclusión, en este artículo hemos examinado los distintos tipos de fajas que existen actualmente en el mercado y en qué dolencias están indicadas. Así, las fajas lumbosacras se usan principalmente para tratar los dolores en la región lumbar de origen diverso (lumbalgias de baja intensidad o severas, ciática, ciatalgias, lumbociatalgias, hernias discales, artrosis, etc.), así como para prevenir las molestias lumbares en actividades intensivas laborales o deportivas. Las fajas abdominales están indicadas para ofrecer contención y compresión en la zona abdominal, ya sea para tratar pequeñas y medianas eventraciones o hernias abdominales y lesiones de la musculatura abdominal, en contención posquirúrgica y en rehabilitación postural. Finalmente, las fajas lumboabdominales se utilizan para tratar molestias en estas zonas, como dolor leve de espalda (lumbalgias leves), dolores musculares y enfriamientos, afecciones que necesiten calor, así como para la contención posoperatoria. Además de usar la faja adecuada según la dolencia, también será muy importante poner en práctica otros consejos para combatir las dolencias lumbares y los dolores musculares, así que si sueles sufrir dolor de espalda, tienes muchas soluciones a tu alcance para plantarle cara y no dejar que limite tu día a día.


Fuentes:

Información y estudios internos de Farmalastic

 

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.


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