¿Cómo afecta el aire acondicionado a las articulaciones?

¿SABÍAS QUÉ?
Por Equipo Farmalastic

En verano, continuamente estamos expuestos al aire acondicionado y a cambios bruscos de temperatura: calor abrasador en la calle y en transportes públicos subterráneos como el metro, frío intenso en la oficina y en el interior de autobuses, trenes y comercios…y así todo el día. ¿El resultado? Resfriados, tortícolis, contracturas en la espalda y dolor articular, todo un clásico de esta época.

 

¿Por qué me duelen las articulaciones cuando hace frío?

Cuando nuestro organismo está expuesto a altas temperaturas, reacciona provocando sudoración, un mecanismo para enfriar y mantener el equilibrio de la temperatura corporal. En verano, esta refrigeración muy a menudo se hace de forma artificial con aire acondicionado y de manera brusca, con chorros de aire frío que nos caen directamente encima, sobre todo en el cuello y la espalda. Como consecuencia, nuestro cuerpo se opone y provoca una contracción muscular buscando, precisamente, el mecanismo contrario al anterior: aumentar la temperatura corporal, hecho que causa rigidez y dolor.

Además, en esta época del año estamos expuestos a constantes cambios de temperatura, especialmente cuando pasamos del exterior al interior de un recinto (ya sea una oficina, comercio, entidad pública o vivienda particular) o cogemos el transporte público. A veces, el cambio de temperatura puede ser tan brusco que podemos llegar a una diferencia de 10 grados entre ambos lugares y, de nuevo, el organismo pone en marcha la contracción muscular como mecanismo de defensa.

A continuación sigue una imagen para ilustrar los mecanismos termoreguladores que tenemos los seres humanos y qué consecuencias tiene el aire frío en el cuerpo:

Consecuencias del aire acondicionado para el cuerpo

Cuando nuestro cuerpo está expuesto a frío, ya sea porque la temperatura ambiental baja de forma natural o bien lo hacemos artificialmente con mecanismos como el aire acondicionado, reacciona de distintas maneras: la temperatura interna disminuye, el tiempo de reacción aumenta y aparece somnolencia, tal como se observa en el gráfico anterior. El frío también provoca dolor articular, tortícolis, contracturas, malestar generalizado y resfriados. Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), hasta un 20% de los catarros que se producen durante el verano son debidos a un uso inadecuado del aire acondicionado. Obviamente, no afecta a todas las personas del mismo modo ni con la misma intensidad, pero a menudo causa alguna que otra reacción del cuerpo ya que la exposición brusca al frío no es inocua para el organismo.

Cuanto más directa es la exposición a la fuente de frío, peores son sus consecuencias; es decir, si, por ejemplo, estamos expuestos 8 horas en la oficina a un chorro de aire frío justo encima de las cervicales, probablemente terminemos con tortícolis o cervicalgia, y lo mismo pasa si recibimos el frío en las lumbares, en el cuello, etc.

Factores que agravan las consecuencias del aire acondicionado

Hay varios factores que agudizan los efectos negativos del aire acondicionado en el cuerpo, como examinaremos a continuación:

  • edad: el binomio frío/dolor articular se acentúa en las personas mayores; debemos pensar que unas articulaciones ya desgastadas sufrirán más aún si los músculos están sometidos a una situación de estrés, como ocurre con la contracción brusca por el frío
  • malas posturas: si realizamos malas posturas a causa de nuestro trabajo u otro motivo y, además, estamos expuestos a aire acondicionado, seguramente empeorarán los síntomas
  • sedentarismo: permanecer demasiado tiempo sentados e inactivos suele ser causa de dolores articulares y lumbalgias. Si le añadimos exposición continua a aire acondicionado, la lumbalgia puede agudizarse
  • carga de peso: levantar peso repetidamente o hacerlo con malas posturas es otro motivo clásico de lumbalgia. Combinada con frío, puede empeorar

Durante las vacaciones a menudo suele darse una combinación de todos estos factores, ya que solemos cargar pesadas maletas realizando malas posturas, permanecemos sentados muchas horas en una misma posición cuando viajamos y estamos expuestos a fuertes aires acondicionados que, en ocasiones, nos caen directamente encima sin que podamos cambiarnos de sitio. 

¿Qué podemos hacer para prevenir el dolor articular en verano?

Para intentar evitar cervicalgias, lumbalgias, dolor articular y resfriados en esta época del año es importante poner en práctica las siguientes recomendaciones:

  • evitar al máximo el contacto directo del aire acondicionado con nuestro cuerpo, especialmente en el cuello y la espalda. Si no podemos hacerlo, como por ejemplo puede suceder en el transporte público, es muy aconsejable proteger la zona expuesta al chorro de aire frío con un pañuelo o chaqueta
  • no dormir con el aire acondicionado encendido ya que propicia la aparición de contracturas musculares y reseca la mucosa y los ojos, entre otras consecuencias
  • programar el aire acondicionado a una temperatura media de 24 grados: esta es la temperatura óptima de refrigeración; ponerla más baja es contraproducente para el cuerpo, además de un gasto energético y económico elevado e innecesario
  • regular de manera progresiva la temperatura de las habitaciones de la vivienda o del coche: en muchas ocasiones no podemos regular la temperatura del sitio donde nos encontramos (transportes públicos, oficina, edificios públicos, comercios, etc.), de modo que en los lugares donde sí que está bajo nuestro control, es importante programarla correctamente
  • en viajes largos, intentar realizar buenas posturas con la espalda al cargar peso y, en caso de llevar mucho tiempo sentados, variar la posición y andar
  • utilizar fajas lumbares para prevenir las lumbalgias. Estas soluciones sujetan y contienen la zona lumbar sacra y la región sacra, además de ayudar a mejorar la funcionalidad y reducir el dolor de espalda.


Si, a pesar de todo, no te has podido librar de las contracturas (ya sea en el cuello o en las lumbares), te recomendamos que realices estiramientos y te apliques calor local con terapia térmica.

En resumen, en este artículo hemos visto los inconvenientes del aire acondicionado para el cuerpo, ya que un mal uso de los sistemas de refrigeración puede causar dolor articular, contracturas musculares (sobre todo, en la espalda) y resfriados. En verano estamos expuestos a cambios bruscos de temperatura, pasando del calor al frío continuamente, y esto tiene repercusiones en el organismo. Si estamos expuestos a frío directo de forma prolongada, nuestro cuerpo se opondrá causando una contracción muscular para aumentar la temperatura. Además, ciertos factores como la edad, el sedentarismo, la realización de malas posturas o la carga de peso pueden agravar aún más los dolores provocados por el aire acondicionado. Sin embargo, podemos realizar acciones para prevenirlos, como regular adecuadamente los sistemas de refrigeración, evitar dormir con aire acondicionado, realizar buenas posturas al cargar peso y usar fajas lumbares. Así que si quieres prevenir los dolores articulares por el frío en verano, haz un uso racional de los sistemas de climatización y protégete de los cambios bruscos de temperatura; tu cuerpo te lo agradecerá y el planeta también.

 

Fuentes:

Guijarro Segovia, Teresa. (15.05.2020). Clínica Angular. Contractura y aire acondicionado. ¿Hay relación? Recuperado de https://clinicaangular.com/aire-acondicionado-contractura/

Navas, Sara. (07.08.2019). El País. Cinco razones para no dormir con el aire acondicionado encendido. Recuperado de https://elpais.com/elpais/2019/08/02/icon/1564748832_501363.html


*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.