Si la patología se acentúa, también lo hacen los síntomas, y de pequeñas varices y arañas vasculares casi imperceptibles podemos pasar a varices de mayor tamaño, edemas y problemas dérmicos importantes, como úlceras.
En estos casos, el único tratamiento posible puede ser la operación de varices, ya que estas no remiten por sí solas ni recuperan la elasticidad perdida. En este artículo te contaremos qué tipos de cirugía vascular de piernas existen, cuándo están indicados y qué posoperatorio requieren.
Tabla de contenidos
La IVC y su relación con los sistemas venosos del cuerpo
Antes de analizar los distintos tipos de intervenciones existentes hoy en día para tratar las varices, recordemos qué es la IVC y algunos conceptos clave asociados a esta patología que nos ayudarán a entender mejor las distintas opciones quirúrgicas. La Insuficiencia Venosa Crónica es una dolencia vascular que causa problemas de circulación sanguínea porque las válvulas que hay en el interior de las venas están deterioradas y, en lugar de ayudar a retornar la sangre hacia el corazón, no cierran correctamente. Esto repercute en los sistemas venosos de nuestro cuerpo y causa una serie de síntomas, como veremos a continuación.
Existen dos tipos de sistemas venosos: el sistema venoso superficial (SVS) y el sistema venoso profundo (SVP). En el sistema venoso superficial hay dos venas principales: la vena safena interna y la externa. Están inmediatamente por debajo de la piel y recogen la sangre de la epidermis y de los tejidos contiguos. La vena safena interna sigue el recorrido desde el tobillo, asciende por la parte interna de la extremidad y va hasta la ingle, donde confluye con el sistema venoso profundo en la vena femoral. La vena safena externa va desde la cara externa del tobillo hasta detrás de la rodilla, donde se une con las venas poplíteas. El sistema venoso profundo va por el interior de la pierna y el muslo, recogiendo la sangre de los músculos. Ambos sistemas están conectados de varios modos a lo largo de la extremidad.
Ahora que ya conocemos los dos sistemas venosos del organismo, veamos qué relación tienen con la IVC: cuando las válvulas de las venas están deterioradas y no cierran correctamente para impulsar el retorno de la sangre hacia el corazón, la sangre del sistema venoso profundo tiende a desplazarse hacia el superficial. Esto provoca un aumento de presión (hipertensión venosa) y la dilatación de las venas (varices), además de otros síntomas, como picor, enrojecimiento, hinchazón, pesadez de piernas, calambres nocturnos, etc.
Las varices son el síntoma más frecuente de la IVC y pueden ser de distinto tamaño y color, según el estadio de la patología. Las telangiectasias o arañas vasculares son finas líneas rojas o violetas con aspecto de telaraña, mientras que las varices reticulares son venas dilatadas de color azulado-verdoso situadas a un nivel un poco más profundo que las anteriores.
Si las varices se inflaman y aparecen abultadas o retorcidas en la superficie de la piel hablamos entonces de venas varicosas. Normalmente son moradas o azuladas y son de mayor tamaño que las anteriores. Si no se tratan correctamente, pueden causar importantes complicaciones, como llagas y úlceras, varicorragias (sangrado de varices) o varicoflebitis (trombosis venosa sobre las varices que causa inflamación), por citar algunas.
Varices: ¿Cuándo operarlas?
En general, el tratamiento de las varices está orientado a impedir el avance de la patología y que estas venas dilatadas aumenten de tamaño y aparezcan retorcidas y abultadas en la superficie de la piel. Para ello, se recomienda usar a diario medias y calcetines de compresión terapéutica, mantener unos hábitos de vida saludables (poniendo atención a la dieta y realizando actividad física con regularidad), adoptar unas correctas medidas posturales y seguir una pauta farmacológica para aliviar los síntomas, si así lo prescribe un profesional sanitario. Sin embargo, hay casos en los que, a pesar de seguir todas estas indicaciones, la IVC sigue avanzando hasta llegar a los estadios más severos de la patología, con edemas, alteraciones cutáneas e, incluso, úlceras. Llegados a este punto, puede ser necesario recurrir a la cirugía para corregir el problema de fondo, eliminando la vena afectada del cuerpo. Nuestro angiólogo o cirujano vascular estudiará el caso y nos indicará cuál es la mejor opción terapéutica.
Tipos de operaciones de varices
A continuación, analizaremos las distintas técnicas quirúrgicas aplicadas en la actualidad para eliminar las varices. El uso de unas u otras depende de la extensión que estas tengan, de las pruebas realizadas previamente (exploración con eco-doppler, que es una técnica para evaluar el flujo sanguíneo de las venas) y de las circunstancias personales de cada paciente.
Como en cualquier cirugía, en una operación de varices existen ciertos riesgos, pero habitualmente el porcentaje de éxito supera el de posibles complicaciones posoperatorias. Todas las intervenciones se realizan en quirófano bajo anestesia local o total y requieren un periodo de recuperación tras la cirugía. En general, el tiempo de baja laboral por una operación de varices oscila entre las dos y las cuatro semanas, si bien variará según la gravedad de cada caso y el tipo de técnica quirúrgica aplicada.
Dicho esto, examinemos las principales técnicas de que disponemos actualmente para eliminar las varices:
- Safenectomía y fleboextracción de las venas colaterales: también llamada stripping o flebectomía, la safenectomía consiste en la extracción de la vena safena interna y/o externa y las venas colaterales, es decir, aquellas que se encuentran a su alrededor. Es la técnica más utilizada y se realiza mediante pequeñas incisiones.
- Técnicas ablativas: estas técnicas, que tienen por objeto extirpar las venas enfermas, son relativamente novedosas. En lugar de extraer la vena safena interna o externa, se anula por calor mediante un catéter (sonda introducida en un conducto del organismo para poder aplicar dicha técnica). Existen dos maneras de generar ese calor: mediante láser o radiofrecuencia
- Láser o endoláser: el láser para las varices es una de las técnicas ablativas más utilizadas y menos invasivas. Tras una pequeña incisión en la piel, se aplica energía láser dentro de las paredes de la vena, provocando que esta se cierre.
- Radiofrecuencia: la terapia de radiofrecuencia para varices consiste en la aplicación de ondas de calor a través de un catéter, previamente introducido en la zona a tratar mediante un pequeño corte. La técnica permite tratar únicamente las venas afectadas y reduce la formación de nuevos vasos. Aunque en ambos casos no se extirpa la vena safena sino que se anula por aumento de la temperatura, igualmente hay que extraer las venas colaterales mediante pequeñas incisiones.
- Escleroterapia: consiste en inyectar en la vena afectada un fármaco que se adhiere a la pared interna y provoca esclerosis, es decir, que la vena se inflame, se seque y, finalmente, desaparezca.
- Cura CHIVA (Conservadora Hemodinámica de la Insuficiencia Venosa Ambulatoria): técnica en la que se reconduce el flujo venoso para que las varices no estén sometidas a una presión excesiva. Muchas veces también se extraen las venas colaterales.
Síntomas después de una operación de varices
En general, el posoperatorio de varices no suele ser complicado, aunque puede variar en cada paciente. Los síntomas que aparecen con más frecuencia en la zona intervenida son:
- aumento de la temperatura
- aparición de hematomas
- sensación de endurecimiento
- mayor sensibilidad, molestias y/o dolor
- ligero sangrado
- hinchazón en los pies y limitación de movimiento.
Después de una cirugía deberemos hacer un breve periodo de reposo absoluto y seguir las indicaciones del cirujano vascular para lograr un buen proceso de curación y cicatrización y prevenir complicaciones. Tras este primer periodo de inactividad forzada, deberemos empezar a movilizar las piernas y adoptar las siguientes medidas:
- usar medias de compresión terapéutica: estos productos son el tratamiento no quirúrgico más eficaz para tratar la IVC, tanto antes como después de una intervención quirúrgica para extirpar varices. Las medias de compresión actúan como una ayuda a la bomba muscular de la pantorrilla, que impulsa el retorno de la sangre hacia el corazón, y presionan las venas para que el flujo sanguíneo ascienda con normalidad en lugar de quedarse estancado en ellas. De este modo, las medias de compresión terapéutica disminuyen la presión venosa y contribuyen a acelerar el periodo de recuperación tras una cirugía de varices. Se trata de prendas diseñadas para ejercer una presión confortable y se recomienda usarse a diario para evitar la formación de nuevas varices
- andar y practicar ejercicios específicos para las varices: mantenernos activos diariamente también contribuirá de forma decisiva a recuperarnos lo antes posible, ya que después de una operación de varices se puede andar y realizar pequeños movimientos con los pies, los tobillos y las piernas. En una fase posterior, podremos empezar a practicar actividad física de forma suave, como bicicleta estática, gimnasia de intensidad moderada (yoga, pilates, etc.) y natación
- mantener las piernas elevadas en un ángulo de 45° mientras estemos en reposo
- evitar permanecer de pie durante largos ratos y con las piernas cruzadas
- evitar cargar peso en las dos primeras semanas tras la operación
- seguir una dieta sana y equilibrada para contribuir al proceso de cicatrización de la herida e hidratarse frecuentemente para mejorar la circulación sanguínea
- usar antivaricosos y fitoterapia oral/y tópica: en el tratamiento y posoperatorio de las varices también pueden usarse ciertas sustancias con efecto flebotónico (es decir, que incrementan el tono venoso y disminuyen la permeabilidad capilar). Suelen ser principios activos naturales (generalmente, flavonoides, ruscogeninas y cumarinas) y pueden aplicarse en las piernas en forma de gel o crema mediante un masaje ascendente o bien tomarse en forma de comprimidos. Estas sustancias alivian la pesadez, el dolor, el picor y/o la hinchazón asociados a la IVC, pero no pueden recuperar la elasticidad perdida de las venas
A modo de resumen, en este extenso artículo te hemos explicado las distintas técnicas quirúrgicas que se aplican hoy en día para extraer las varices, cuándo está indicado aplicarlas y el posoperatorio que requieren. Si bien es cierto que pasar por quirófano impone respeto y una cierta pereza, en los casos más avanzados de IVC puede ser la única opción terapéutica para evitar mayores complicaciones, aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.
Fuentes:
Información y estudios internos de Farmalastic
Imágenes:
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Clínica Luq. (20.06.2013) Qué es el stripping. Recuperado de https://www.clinicalucq.es/que-es-el-stripping/
Medline Plus. Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU. Venas varicosas. Recuperado de https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001109.htm
Research Gate. CHIVA strategy. Recuperado de https://www.researchgate.net/figure/CHIVA-strategy-Examples-A-Deep-closed-shunt-Deep-venous-Ilio-popliteal-reflux-and_fig3_345404382
Varices en Murcia. Esclerosis de varices. Recuperado de https://varicesenmurcia.es/tratamientos-para-las-varices/nuevos-tratamientos-para-las-varices/esclerosis-de-varices/
Venas y arterias. Felipe Fernández, Carlos. Ablación endovenosa con láser. Recuperado de https://venasyarterias.com/en/cirugia-laser-para-varices-en-caracas-ablacion-endovenosa/
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