Una de las zonas del cuerpo que más sufren con el embarazo es, sin duda, la espalda. El aumento de peso y del volumen abdominal provoca un desplazamiento del centro de gravedad hacia delante, hecho que las mujeres compensan con un gesto muy típico en este periodo: arqueando la parte baja de la espalda.
La hiperlordosis (así es como se llama este aumento de la curvatura de la columna lumbar) afecta a dos tercios de las embarazadas, causando muy a menudo dolor lumbar o lumbalgia y lumbociática. En este artículo te contaremos en qué consiste la hiperlordosis, sus causas, así como ayudar a mitigar los dolores que provoca y prevenirla.
Tabla de contenidos
¿Qué es la hiperlordosis lumbar?
Tal como indica el prefijo griego «hiper», la hiperlordosis lumbar consiste en un exceso de curvatura de la columna lumbar. De forma fisiológica, tenemos un cierto arqueamiento en la parte baja de la espalda, pero durante el embarazo este arqueamiento puede acentuarse y provocar importantes molestias y dolor.
Causas
Cuando una mujer está gestando, la hiperlordosis se debe a dos factores: el mecánico y el hormonal.
El factor mecánico es aquel que tiene que ver con la manera de trabajar de la espalda. A medida que crece el volumen abdominal y aumenta de peso, la postura corporal de la mujer embarazada varía y se producen una serie de cambios en su eje de gravedad: este se desplaza hacia delante y hacia abajo, y la gestante suele compensarlo doblando el cuerpo hacia atrás. Esta hiperlordosis puede causar lumbalgia y/o lumbociática, dos patologías que aún pueden acentuarse más en el segundo y tercer trimestre, cuando el volumen abdominal es mayor.
Por otro lado, el factor hormonal se refiere a la hiperlaxitud que provocan ciertas hormonas en los ligamentos y cartílagos de la cintura pélvica durante el embarazo. Concretamente, la acción de los estrógenos, la progesterona y la relaxina causan el reblandecimiento de estas estructuras, lo que se traduce en una mayor presión en la zona lumbar.
Si, a estos factores vinculados específicamente a la gestación, les sumamos otros de base que también puede presentar la mujer encinta (patologías de la espalda, hipotonía muscular –es decir, falta de tono de la musculatura–, factores genéticos, obesidad, sedentarismo, alteraciones congénitas, etc) o bien un embarazo gemelar, el riesgo de desarrollar hiperlordosis aumentará.
Síntomas
El exceso de curvatura en la parte baja de la espalda suele ir acompañada de dolor en la columna lumbar (lumbalgia) y en las caderas. En ocasiones, también puede provocar lumbociática o ciática, que no debe confundirse con el síndrome piramidal o pseudociática que posteriormente explicaremos. Veamos en qué consiste cada una de ellas:
lumbalgia: es el dolor en la columna lumbar que no se irradia hacia otras zonas, sino que está localizado en la parte baja de la espalda
- lumbociática o ciática: variante de la lumbalgia que se produce por la compresión del nervio ciático y provoca un dolor que sobrepasa la zona lumbar, descendiendo por la parte lateral o posterior del muslo y llegando hasta los miembros inferiores. El nervio ciático es el nervio que parte de la médula espinal y se ramifica por las piernas y los pies, causando dolor, inflamación, hormigueo e irritación. Durante el embarazo, el crecimiento del útero y del feto ejerce presión sobre este nervio y a veces lo pinza, provocando a la gestante los numerosos síntomas descritos anteriormente. La lumbociática o ciática puede afectar a una o a ambas piernas y ser bastante limitante, ya que en ocasiones dificulta seriamente la movilidad. Otra causa habitual de la ciática es una protrusión o hernia discal (alteraciones en los discos intervertebrales de la columna), de modo que si la mujer embarazada ya tenía patologías de este tipo en la espalda, el riesgo de sufrir ciática puede aumentar
pseudociática: también llamada «falsa ciática» o síndrome piramidal, a menudo se confunde con la ciática porque los síntomas que provoca son muy similares. Se debe a una contractura o sobrecarga del músculo piramidal o pisiforme de la pelvis, causando dolor de tipo eléctrico en los glúteos y/o en la pierna. El músculo piramidal está relacionado con otras estructuras de la cadera, como el músculo obturador interno y el nervio ciático. Si el espasmo o contractura del músculo irrita este nervio, causará unos síntomas muy parecidos a los de la ciática
Tratamiento
La lumbalgia y la ciática que provoca la hiperlordosis en el embarazo pueden aliviarse con ejercicios específicos y estiramientos para destensar la zona, ya que la toma de medicamentos está desaconsejada durante la gestación. Las sesiones de fisioterapia, osteopatía y acupuntura también pueden ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor, así como los ejercicios en el agua (recordemos que en el medio acuático el peso corporal es menor, evitando cargar la espalda, las piernas y las articulaciones).
Otra recomendación para ayudar a combatir los dolores lumbares consiste en usar un cinturón pélvico con refuerzo lumbar para embarazadas, que sujeta y descarga la columna, da estabilidad a la zona dolorida y eleva el abdomen sin oprimirlo. Además, utilizar estos productos durante el embarazo protege el suelo pélvico de hipertensiones, una zona que ya sufre con la gestación y el parto.
Ejercicios para ayudar a aliviar el dolor lumbar para embarazadas
Tal como comentábamos anteriormente, para aliviar la lumbalgia derivada de la hiperlordosis gestacional podemos hacer algunos ejercicios que te mostramos a continuación:
1. Estiramiento de manos y brazos
- Colócate en el suelo a cuatro patas; comprueba que las rodillas estén alineadas con la cadera y que las manos estén colocadas debajo de los hombros
- Sin mover la columna, sube a la vez una mano y la pierna contraria, de modo que estén alineadas con la columna
- Cambia de mano y pierna y haz el mismo movimiento
- Repite el ejercicio 2-3 veces
2. Estiramiento de espalda y piernas
- Colócate de pie y da un paso al frente con una pierna sintiendo cómo se estira la columna lumbar y la parte posterior de la pierna. Intenta que el movimiento sea controlado, no te dejes caer hacia delante simplemente
- Cambia de pierna
- Realiza el ejercicio 2-3 veces
3. Postura del gato-vaca o postura Chakravakasana de yoga
- Ponte a cuatro patas con las manos planas en el suelo, comprueba que las muñecas estén debajo de los hombros y las rodillas debajo de las caderas
- Inhala profundamente mientras curvas la parte baja de la espalda y levantas la cabeza, inclinando la pelvis hacia arriba, como una vaca. Mantén esta posición unos segundos
- Exhala profundamente y mete el abdomen hacia adentro, arqueando la columna y bajando la cabeza y la pelvis como un gato. Mantén esta posición unos segundos
- Repite esta secuencia varias veces
- Realiza el ejercicio 10-12 veces
Además de las molestias derivadas de la hiperlordosis en el embarazo (que, tal como hemos analizado anteriormente, también pueden afectar a las piernas si provoca ciática o pseudociática), en este periodo también pueden experimentarse otras dolencias en las extremidades inferiores, como la Insuficiencia Venosa Gestacional (IVG). Esta afección es una manifestación temporal de la Insuficiencia Venosa Crónica (IVC) y provoca que las válvulas del interior de las venas no funcionen correctamente y dificulten un buen retorno venoso. Esto ocasiona numerosos síntomas como pesadez de piernas, hinchazón, calambres, hormigueo, aparición de varices y alteraciones dérmicas, entre otros.
Para mejorar la circulación venosa y evitar estas molestias durante la gestación, es muy recomendable usar medias de compresión terapéutica específicas para mujeres embarazadas y realizar ejercicios con los pies y los tobillos.
En resumen, en este artículo hemos analizado qué es la hiperlordosis en el embarazo, por qué se produce y qué ejercicios y recomendaciones podemos aplicar para aliviar los dolores que provoca. La hiperlordosis es el exceso de curvatura lumbar y las molestias que causa (principalmente, lumbalgia, pero también ciática o pseudociática) afectan a dos tercios de las mujeres gestantes, de modo que es una dolencia muy común en el embarazo. Se produce por dos factores, el mecánico y el hormonal y, a pesar de que no puede hacerse contra el reblandecimiento de cartílagos y ligamentos por la acción de ciertas hormonas, sí que podemos hacer ejercicios y adoptar ciertas medidas posturales para combatir el factor mecánico y aliviar las molestias.
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