Uno de los principales problemas vasculares durante la gestación suele manifestarse en las piernas, ya sea con sensación de pesadez, calambres, hormigueo, hinchazón, dolor y parestesia nocturna (sensación de adormecimiento de las piernas durante la noche). En ocasiones, también pueden aparecer edema y varices, que dificultan considerablemente el día a día de la mujer embarazada y pueden resultar muy molestos. Estos síntomas responden a la Insuficiencia Venosa Crónica (IVC), una patología en la cual las venas no funcionan correctamente y provocan los problemas vasculares descritos con anterioridad.
Tabla de contenidos
IVC y embarazo
La IVC es un problema sanitario de primera magnitud que afecta al 30% de la población española, especialmente a aquellas personas que tienen una predisposición genética, son mayores de 50 años o sufren un ortostatismo prolongado (es decir, el conjunto de trastornos ocasionados por el hecho de pasar mucho tiempo de pie). De este modo, los profesionales sanitarios, asistentes de vuelos o eventos, peluqueros y oficinistas, por citar algunos ejemplos, tienen más riesgo de desarrollar venas varicosas que los trabajadores de otros sectores.
Otro colectivo de riesgo para sufrir IVC en algún grado a lo largo de la vida son las mujeres y, especialmente, las embarazadas (se estima que un 40% de las gestantes sufre IVC). Considerando estas cifras, la prevención y un correcto tratamiento son esenciales para aliviar las molestias y minimizar los síntomas de esta patología.
Causas
¿Pero por qué la IVC afecta con mayor incidencia a las mujeres gestantes? Principalmente se debe a dos factores: el mecánico y el hormonal.
Empecemos analizando los factores mecánicos: durante el embarazo, el útero aumenta de volumen; esta expansión comprime directamente la vena cava (la mayor vena del cuerpo que va al corazón) y las venas pélvicas, causando un aumento de la presión venosa. Además, en este periodo también aumenta el volumen de plasma en los vasos sanguíneos y se produce una sobrecarga del sistema circulatorio (incluyendo las venas), de modo que es más fácil que aparezcan varices. Dentro de las mujeres embarazadas, las que tienen más de un parto (multíparas) tienen aún más riesgo de desarrollar varices y pueden sufrir el Síndrome de Congestión Pélvica (SCP), según el cual las venas gonadales u ováricas se dilatan y provocan varices alrededor del útero, las trompas de Falopio y los ovarios. Estas venas varicosas causan dolor pélvico crónico, que empeora con la bipedestación prolongada (estar de pie mucho tiempo) y dispareunia (dolor en las relaciones sexuales).
El factor hormonal es también muy importante en la aparición de la IVC durante la gestación, ya que los cambios hormonales producidos por los estrógenos, la progesterona y la relaxina provocan una vasodilatación (dilatación de los vasos sanguíneos) y una angiogénesis (desarrollo de nuevos vasos sanguíneos) que también pueden ocasionar varices.
Tipos de varices en el embarazo
Las varices gravídicas (es decir, durante la gestación) suelen aparecer en distintas zonas, pero a menudo se localizan cerca del área genital y en las piernas. En base a su tamaño y a su distribución u origen, hablamos de:
- Varices vulvares y perineales: aparecen en la zona genital, ya sea en la vulva o perineo. Un 80% suelen desaparecer por completo tres meses después del parto.
- Venas varicosas con edema: son venas que se dilatan por un exceso de líquido. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero en las mujeres embarazadas suelen localizarse en las piernas. Habitualmente desaparecen tras el embarazo.
- Telangiectasias, arañas vasculares o varices reticulares: son varices finas (1-2 mm) que pueden disminuir después de la gestación, pero en un porcentaje elevado permanecen.
- Varices tronculares, safenas y colaterales: se trata de las varices situadas en el tronco y en las piernas; a veces son bastante gruesas (2 y 3 mm) y aparatosas y reflejan un trastorno de insuficiencia crónica venosa bastante severo. Un 40% de ellas desaparecen.
Tratamiento
Para tratar los problemas vasculares del embarazo, ya sea al principio de la gestación o bien en el segundo o tercer trimestre, existen distintas soluciones:
- terapia compresiva
- medidas posturales
Terapia compresiva
Las medias de compresión son fundamentales para tratar la Insuficiencia Venosa Crónica (IVC) y el Síndrome de las Piernas Cansadas (SPC), así como otros problemas vasculares. Están muy indicadas durante el embarazo ya que permiten aliviar las varices existentes, especialmente si se tiene IVC previa (en cuyo caso, habrá que usarlas desde el primer día), y prevenir la aparición de nuevas (recomendadas a partir del segundo trimestre). El tejido compresivo actúa como una «segunda capa» de músculos que ejerce una presión activa sobre las venas superficiales, de modo que la presión del tobillo hacia el muslo aumenta y esto facilita el retorno venoso.
Medias de compresión: modelos y uso
En el mercado existen tres modelos de medias terapéuticas: por debajo de la rodilla, por encima de ésta o bien cubriendo la barriga (pantys). Lo ideal en mujeres embarazadas es usar las medias compresivas hasta el muslo, aunque los pantys son también una opción muy cómoda ya que están especialmente diseñados para adaptarse al diámetro de la barriga durante las distintas etapas del embarazo.
Las medias tienen distintos grados de compresión (ligera, normal y fuerte) y se miden en milímetros de mercurio (mm Hg); si tienes dudas sobre cuáles te pueden ir mejor, consulta a tu farmacéutico de confianza para que te asesore sobre la solución de terapia elástica que se ajusta más a ti.
Lo mejor es colocarse las medias por la mañana justo después de levantarse de la cama, ya que es el momento del día en que las piernas están menos hinchadas, y usarlas el máximo tiempo posible.
Medidas posturales
Otra recomendación para prevenir y tratar las varices en las mujeres embarazadas consiste en adoptar una serie de medidas posturales e higiénico-dietéticas de forma habitual. Así se recomienda:
- Evitar permanecer de pie mucho tiempo (bipedestación).
- Practicar natación, bicicleta y dar pequeños paseos.
- Realizar ejercicios de tobillos.
- Elevar las extremidades inferiores cuando no se camine.
- Elevar las patas de la cama 10 cm, poner las piernas en alto y dormir sobre el lado izquierdo.
- Hidratar y cuidar la piel, realizando masajes con geles fríos.
Además de poner en práctica todos estos consejos, también puedes mejorar tu circulación venosa poniendo en práctica estos ejercicios específicos para mujeres embarazadas ya que cuanto más te muevas, más ayudarás a tu sistema circulatorio funcione correctamente; son sencillos y puedes realizarlos tanto de pie como sentada:
En conclusión, el embarazo puede comportar ciertos problemas vasculares e implicar la aparición de varices (algunas de ellas, bastante molestas), pero si usas medias de compresión y adoptas ciertas medidas posturales de manera regular, evitarás que las venas varicosas empeoren o aparezcan de nuevas. Sin duda, si te mantienes en movimiento y estás activa te sentirás con más energía, mejorará tu estado anímico y tendrás menos riesgo de sufrir varices. ¿Te animas a probarlo?
Fuentes:
Cinfasalud.com
Información y estudios internos de Farmalastic
Bartivas, Luz. Molestias en las piernas durante el embarazo. Ser Padres. Recuperado de https://www.serpadres.es/embarazo/trimestres/articulo/molestias-en-las-piernas-durante-el-embarazo
17.01.2019 Piernas cansadas en el embarazo: un síntoma común que puede remediarse. Blog de Igenomix recuperado de https://nace.igenomix.es/blog/piernas-cansadas-en-el-embarazo-un-sintoma-comun-que-puede-remediarse/
8.10.2019 ¿Cómo combatir el síndrome de las piernas cansadas?. Teva Farmacia recuperado de https://tevafarmacia.es/ofbiblioteca/consejos-de-salud/como-combatir-el-sindrome-de-las-piernas-cansadas
Aguilar, Luis C (2003). Trastornos circulatorios de las extremidades inferiores (I). Clasificación, epidemiología, fisiopatología, clínica y complicaciones (núm. 9) Informe de recuperado de El Sevier https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-trastornos-circulatorios-las-extremidades-inferiores-13053132
Varices recuperado de Asociación Española de Enfermería Vascular y Heridas (AEEV) recuperado de https://www.aeev.net/varices.php
*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.
