Meniscopatía o lesión del menisco

¿SABÍAS QUÉ?
Por Equipo Farmalastic

Una de las lesiones de rodilla más habituales son las meniscopatías o lesiones del menisco, especialmente entre deportistas que practican fútbol, baloncesto, esquí o rugby, entre otros deportes, y en personas que fuerzan esta articulación durante su actividad laboral o cotidiana.
Pero no todas las meniscopatías son iguales, ya que podemos lesionarnos el menisco interno o externo y hacerlo en distintos grados. En este artículo te contaremos en detalle los distintos tipos de lesiones meniscales que existen, qué síntomas provocan y el tratamiento a seguir en cada caso.

¿Qué es el menisco?

Empecemos por definir qué es el menisco para poder entender que lesiones puede sufrir. El menisco es un fibrocartílago situado entre el fémur y la tibia con forma de C o semilunar. Tenemos dos meniscos: el medial o interno (situado en la parte interna de la rodilla) y el lateral o externo (ubicado en la zona externa), y ambos se caracterizan por ser estar formados por un tejido fuerte, pero flexible que actúa como un cojín entre los extremos de los huesos de esta articulación. El menisco tiene varias funciones, ya que amortigua los impactos que recibe la rodilla, ayuda a distribuir el peso en el cartílago y a transmitir las fuerzas de compresión, y contribuye a estabilizar la articulación.

Prevalencia en la población

Las meniscopatías son una dolencia con una prevalencia bastante alta en la población, especialmente adulta y de género masculino. En concreto, el 70-80 % de estas lesiones afecta a los hombres, sobre todo entre los 20 y 30 años, mientras que la incidencia en las mujeres es menor y las lesiones suelen producirse a una edad más temprana, entre los 10 y los 20 años. Sin embargo, las meniscopatías también pueden presentarse en edades más avanzadas (40-45 años y más de 60 años) debido al desgaste por la práctica deportiva y por la edad. Es importante señalar que en algunos casos las lesiones meniscales producen sintomatología, pero en otros son asintomáticas y el paciente no sabe que tiene el menisco lesionado; de hecho, entorno a los 60 años el 60 % de la población adulta masculina presenta lesiones meniscales de algún tipo y no siente ningún síntoma.

Síntomas de un menisco roto

Si el paciente presenta sintomatología, esta puede incluir:

  • dolor en el menisco, difuso o localizado, que puede experimentarse en reposo o en movimiento (al caminar o subir y bajar escaleras)
  • hinchazón o derrame articular
  • sensación de chasquido o crepitación en la rodilla
  • incapacidad por flexionar y extender la rodilla, sensación de bloqueo (especialmente en las lesiones de la parte posterior del menisco)
  • dificultad para ponerse en cuclillas

Causas de las meniscopatías

Entre los motivos por los que se produce esta lesión en el menisco, debemos enumerar dos causas principales:

  • traumáticas: aquellas en que se produce un golpe en la rodilla o esta articulación está expuesta a una sobrecarga excesiva. La lesión puede originarse debido a un giro o rotación brusca con el pie apoyado en el suelo, a un impacto directo en la rodilla o al levantarnos tras ponernos de cuclillas. Este tipo de meniscopatías son frecuentes en gente joven y en personas que practican deportes de contacto (rugby, fútbol, baloncesto, etc.) o actividades que implican carrera, saltos, cambios de direcciones y caídas con giro o inestables
  • degenerativas: aquellas vinculadas al desgaste por el paso del tiempo. El menisco va perdiendo sus propiedades viscoelásticas y la capacidad para amortiguar y absorber las cargas que recibe la rodilla; en consecuencia, dicha estructura se va debilitando y volviendo más frágil y puede llegar a romperse. Las meniscopatías degenerativas también pueden estar relacionadas con procesos de artrosis y con una mala biomecánica (manera de trabajar) de la pierna. Este tipo de lesiones meniscales tienen más prevalencia en la población adulta y de edad avanzada y a veces se acompañan de quistes de Baker (quistes de líquido sinovial).

Tipos de lesiones meniscales o meniscopatías

Las meniscopatías pueden clasificarse según su morfología, localización, extensión y origen. En consecuencia, por un lado debemos hablar de lesiones del menisco interno o medial y, por el otro, del menisco externo o lateral. Existen tres grados de meniscopatías (1, 2 y 3), según el alcance de la lesión. Seguidamente, analizaremos los distintos tipos de meniscopatías en detalle:

Rotura o desgarro del menisco interno

También llamada meniscopatía interna o medial, es la lesión meniscal más frecuente y se produce en la parte interna de la rodilla como resultado de varias causas, aunque la más común es un giro brusco con el pie apoyado en el suelo. Si bien un paciente que tenga una rotura del menisco interno puede experimentar algunos o todos los síntomas descritos anteriormente, con frecuencia sentirá dolor al realizar el movimiento de girar la rodilla hacia afuera (rotación externa).

Rotura o desgarro del menisco externo

Las meniscopatías externas son aquellas que afectan el menisco externo o lateral y son menos frecuentes que las anteriores. Los pacientes con este tipo de lesión suelen experimentar los mismos síntomas que en el caso anterior y dolor al girar la rodilla hacia adentro (rotación interna).

Además de estas patologías, también podemos sufrir otras lesiones meniscales como el menisco discoide (anomalía en la cual este fibrocartílago presenta un tamaño mayor al normal; habitualmente afecta al menisco externo) o los quistes meniscales (quistes de líquido sinovial que a veces pueden estar asociados a una fisura en esta estructura).

Diagnóstico

Para diagnosticar una meniscopatía, el médico se basará en la descripción de la sintomatología del paciente y en la exploración de la rodilla mediante distintas maniobras (prueba de Steinmann/Steinmann II, prueba de Mc Murray y prueba de Appley). Sin embargo, como otras patologías de rodilla causan síntomas parecidos (lesiones de la rótula y de otras estructuras de la articulación), en ciertas ocasiones puede ser necesario realizar pruebas complementarias como radiografías o resonancias magnéticas para confirmar el diagnóstico.

Tratamiento

En primer lugar, debemos decir que el tratamiento de una meniscopatía variará en función de la edad del paciente, el alcance de la lesión y el impacto que tiene en su calidad de vida. Así, debemos diferenciar entre un tratamiento conservador y uno quirúrgico.

Tratamiento conservador

El tratamiento conservador está orientado a aliviar el dolor y la inflamación aplicando frío local y una rodillera de compresión para sujetar y dar estabilidad a la articulación, siguiendo una pauta antiinflamatoria (siempre, bajo prescripción médica) y evitando ciertos gestos para no forzar la rodilla, como realizar giros y ponerse en cuclillas. Igualmente, se recomienda seguir una actividad de intensidad suave-moderada y de tonificación para no perder tono muscular y favorecer el proceso de recuperación. De este modo, podemos realizar ejercicios para reforzar y estirar la rodilla y evitar la retracción muscular, bajo el control de un fisioterapeuta.

Tratamiento quirúrgico

Si el tratamiento conservador no permite mejorar la lesión meniscal y el paciente se ve seriamente limitado en su día a día, puede ser necesario realizar una artrocentesis (punción para retirar un exceso de líquido sinovial) o realizar una artroscopia (procedimiento quirúrgico en el cual se introduce una cámara a través de una incisión para observar el interior de la rodilla). La artroscopia sirve para practicar una menisectomía, en la cual el tejido del menisco dañado se recorta, o una sutura de menisco, en la cual se cosen los fragmentos rotos.

Con respecto al tiempo de recuperación de una operación de menisco, variará según el tipo de cirugía practicada: tras una menisectomía el paciente puede apoyar la pierna desde el primer día y el proceso de recuperación es bastante rápido, mientras que en una sutura meniscal el tiempo de recuperación es mayor (aproximadamente tres meses), ya que requiere una inmovilización y carga parcial las primeras semanas.

A modo de conclusión, en este artículo te hemos explicado las clases de meniscopatías que existen, cuáles son sus causas y síntomas y el tratamiento a seguir según el tipo de lesión. Las más frecuentes suelen ser las lesiones del menisco interno (especialmente en pacientes jóvenes que practican ciertos deportes), si bien el menisco externo también puede lesionarse. En ambos casos, en un primer momento se optará por un tratamiento conservador y, si este no funciona, habrá que sopesar un tratamiento quirúrgico.

 

Fuentes:

Clínica Cash 3. Meniscopatía interna, meniscopatía radial y de rodilla. https://clinicash3.es/patologias-en-fisioterapia/meniscopatia-recuperacion-y-tratamiento/

Fisio on line. Rotura de menisco. (06.04.2022) Recuperado de https://www.fisioterapia-online.com/rotura-de-menisco-que-es-causas-sintomas-diagnostico-tratamiento

Valentí Azcárate, Andrés. Clínica Universidad de Navarra. Lesiones de menisco. Rotura de menisco. Recuperado de https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/lesiones-rotura-menisco

Imágenes:

Clínica Meds. Meniscopatía. Recuperado de https://www.meds.cl/meniscopatia/

 

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.


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