Más allá de los inconvenientes estéticos que conllevan, ciertos problemas podales como los pies secos o los talones agrietados pueden acarrear consecuencias si no se tratan a tiempo.
De hecho, se calcula que más de un 80% de la población sufre algún tipo de problema podológico y no siempre le presta suficiente atención. Por ello, en este artículo te contaremos cómo mejorar la salud podal y qué puedes hacer si tienes talones agrietados, especialmente ahora que llega el buen tiempo y los expondrás a piscinas, sol, altas temperaturas y ambientes secos.
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¿Qué significa tener los pies secos?
Los pies tienen una función primordial en nuestra anatomía puesto que soportan el peso del cuerpo y nos permiten realizar nuestra actividad diaria. Además, gracias a la piel del pie podemos evitar ciertos problemas, ya que esta actúa como barrera natural protegiendo el cuerpo de la posible entrada de microorganismos y sustancias irritantes y de aire frío o seco, y evitando la pérdida de agua de las capas internas de la epidermis.
A diferencia de la piel del resto del cuerpo, la del pie no posee glándulas sebáceas, de forma que tiene menos lípidos (biomoléculas que se encargan de mantener compactada la estructura celular para que la piel se mantenga hidratada, sana y firme) y, por tanto, la película hidrolipídica (aquella compuesta por agua, urea, queratina y lípidos) protectora natural es menos rica en componentes grasos. Si esta barrera natural del pie se deteriora, la humedad tiende a evaporarse y la piel se seca. Como resultado, no puede cumplir adecuadamente con su función hidratante y protectora y la epidermis se vuelve más áspera, rugosa y menos elástica. La xerosis (término médico para designar la piel seca) puede llegar a provocar grietas en los talones, con el consiguiente peligro de infección y molestias al andar. Esta situación puede agravarse aún más con el permanente rozamiento que sufren los pies, causando una mayor sequedad y un aumento del espesor cutáneo (lo que en podología se conoce como hiperqueratosis).
Tratamiento para los pies secos: cómo solucionarlo
Si tenemos los pies resecos y despellejados, es muy importante actuar de inmediato para que el problema no se agrave y no aparezcan grietas dolorosas en los talones.
La hidratación de los pies es el tratamiento más efectivo, de modo que lo más recomendable es utilizar una crema hidratante con un aporte extra de lípidos para reponer la película hidrolipídica de la piel. En el caso de que ya tengamos grietas sangrantes o fisuras, primero habrá que desinfectar la zona antes de aplicar cualquier producto.
Crema para pies agrietados
Del mismo modo que hidratamos nuestro cuerpo diariamente con loción hidratante tras la ducha, es muy importante que hagamos lo mismo con nuestros pies con productos específicos para tratar la sequedad y las posibles grietas que tengamos. Las cremas para pies secos y agrietados hidratan intensamente, reparan, protegen y restauran la barrera natural de la piel. Además, también le proporcionan suavidad y protección, permitiendo recuperar su elasticidad.
En cuanto al modo de aplicación, se recomienda emplear la crema dos veces al día, asegurándonos siempre antes de que la piel esté limpia y seca, e insistiendo en las zonas más secas y rugosas. Una vez hayamos mejorado, bastará aplicar la crema una vez al día para evitar la reaparición de la sequedad.
¿Qué pasa si no empiezo el tratamiento?
Tal como hemos comentado anteriormente, los pies secos y agrietados no solo son un problema estético, sino que pueden acarrear consecuencias si no los tratamos a tiempo. Concretamente, pueden comportar:
- infecciones: si la barrera natural de la piel se debilita, es más permeable a la entrada de microorganismos
- hiperqueratosis y callos: una epidermis podal más desgastada sufrirá más con la fricción del calzado, hecho que puede traducirse en el engrosamiento de la piel del pie de forma generalizada (durezas) o localizada (callos)
Otros consejos
Además de utilizar diariamente productos específicos para cuidar nuestros pies y evitar la aparición de patologías podales, especialmente con la llegada del verano, también puedes poner en práctica los siguientes consejos:
- vigila la dieta: los alimentos que consumimos de manera regular y el estilo de vida que sigamos son de vital importancia, no solo para nuestra salud general, sino también para nuestra salud podal. En consecuencia, debemos estar atentos a qué comemos y con qué frecuencia, ya que ciertos alimentos pueden ayudarnos o bien agravar ciertos problemas podales y circulatorios
- intenta evitar los ambientes muy secos: si sufrimos sequedad de pies, es importante no exponerlos a ambientes con temperaturas muy altas y poca humedad, como saunas y soláriums. Es preferible optar por lugares más húmedos y sumergir los pies en agua siempre que podamos, ya sea en piscinas, en la playa, en ríos o en lagos
- escoge un buen calzado: huelga decir que los zapatos que utilicemos son básicos para prevenir la aparición de patologías podales, especialmente si pasamos muchas horas de pie en el trabajo. Escoge siempre un calzado que te sujete correctamente el pie y el tobillo y que tenga una buena suela para absorber bien los impactos contra el suelo
A modo de conclusión, en este artículo hemos analizado qué consecuencias puede acarrear no tratar a tiempo la sequedad podal y los talones agrietados. Más allá del problema estético, si tenemos los pies secos y agrietados debemos pensar que la piel de esta parte del cuerpo no podrá cumplir con su función protectora e hidratante, de modo que se volverá rugosa, áspera y seca y podrán aparecer grietas en los talones. Esto, a su vez, también podrá comportar infecciones, hiperqueratosis y callosidades, agravando el problema inicial. Por ello, si tenemos la piel de los pies reseca es muy importante actuar de inmediato aplicándonos cremas hidratantes, puesto que reparan, protegen y restauran la barrera natural de la piel, además de proporcionarle suavidad y protección. Bastará aplicarlas un par de veces al día, como un hábito diario más de higiene e hidratación, y pronto luciremos unos pies hidratados, elásticos y sin durezas. Teniendo en cuenta que en verano casi siempre llevamos el pie al descubierto y que a todo el mundo le gusta presumir de pies bonitos con las sandalias, suena bien, ¿verdad?
Fuentes:
Información y estudios internos de Farmalastic
*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.
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