En verano vemos mucha gente en la playa que, además de tomar el sol y refrescarse, aprovecha para andar descalzo y hacer deporte. ¿Pero caminar por la playa y hacer actividad física cerca del mar es siempre beneficioso o en algunos casos está desaconsejado? Pues no hay una única respuesta: depende de nuestro estado de salud y de la parte de la playa donde andemos y practiquemos deporte.
Tabla de contenidos
Efecto de la arena en los pies y la musculatura del cuerpo
En primer lugar, debemos distinguir dos tipos de arena: la blanda (donde plantamos la sombrilla y la sumergida en los primeros metros dentro del mar), y la compacta (arena de la orilla del mar). Cada una de ellas tiene unas características y una consistencia distinta; examinémoslas:
Arena blanda
Tal como hemos comentado anteriormente, encontramos este tipo de arena en:
- La zona dónde plantamos la sombrilla: se trata de una superficie irregular, inestable y con una alta capacidad de amortiguación. Al caminar descalzos, la musculatura de los pies y de la parte trasera de las piernas debe hacer un mayor esfuerzo para mantener la estabilidad de nuestro cuerpo, especialmente del tobillo.
- Los primeros metros dentro del mar: también es una superficie desigual, con ondulaciones, hoyos y altibajos.
Ambos tipos de arena tienen una alta capacidad de amortiguación, hecho que es beneficioso para las articulaciones ya que están expuestas a un impacto contra el suelo mucho menor y, en consecuencia, sufren menos. ¿Es bueno, pues, andar descalzos por este tipo de arena? Como hemos comentado anteriormente, dependerá de cada caso. Si hemos sufrido una lesión en una articulación (por ejemplo, un esguince de tobillo) y queremos fortalecer la musculatura para recuperarnos cuanto antes, caminar por esta arena nos irá bien. Sin embargo, la arena blanda también tiene contraindicaciones, ya que este tipo de superficies genera una mayor tensión tanto en la planta del pie como en la musculatura posterior de la pierna y puede causarnos algunos problemas. Al caminar sobre esta arena tan blanda con los pies totalmente planos, sin ningún calzado con un poco de tacón como hacemos habitualmente, nuestros talones se hunden y podemos sufrir algunas dolencias como fascitis plantar, sobrecargas en los gemelos, problemas en el tendón de Aquiles, etc.
Igualmente, debemos tener en cuenta que al ser terrenos irregulares también pueden dificultar la estabilidad y causar pérdidas de equilibrio, sobre todo a personas mayores, de modo que es preferible que eviten estas zonas para caminar y dar paseos.
Arena compacta (arena de la orilla)
Esta arena presenta una mayor consistencia que la anterior, de manera que no nos hundiremos tanto al caminar y las distintas estructuras musculares del pie y de la pierna no sufrirán tanto. Al ser más compacta y estable, también evitará que perdamos el equilibrio. En general es un terreno favorable para dar paseos y caminar, aunque tiene un problema: la inclinación.
Habitualmente las orillas de las playas no suelen ser completamente planas sino que están inclinadas; esto causa que, cuando andemos, desequilibremos nuestro cuerpo, forzando nuestras articulaciones a trabajar en un plano inhabitual para ellas y obligando a que uno de nuestros tobillos y piernas soporten más peso que el otro, hecho que provoca que nuestra cadera y espalda también se resientan. En consecuencia, debemos tener precaución al andar por la orilla de la playa si acabamos de sufrir un esguince de tobillo o si aún estamos en fase aguda del periodo de recuperación. También deberemos ir mucho cuidado si tenemos los pies planos (ya sea por causas congénitas, sobrepeso o edad -con el paso del tiempo los pies se aplanan-), ya que la superficie inclinada de la orilla contribuye a aplanar el arco interno del pie.
¿Consejo? Lo mejor es no dar largas caminatas en la orilla de la playa a causa de la inclinación del terreno, aunque un paseo corto sí que nos hará bien a la salud. Entre los beneficios de andar por la orilla de la playa, debemos mencionar que mejora la circulación sanguínea -especialmente importante si sufrimos Insuficiencia Venosa Crónica (IVC), hidrata la piel gracias a los minerales presentes en el agua, tonifica los músculos de piernas y tobillos y la arena exfolia nuestros pies de forma natural.
Consejos para deportistas
Si habitualmente practicamos deporte y somos aficionados al running, también podemos hacerlo en la playa, ya que es un medio ideal para correr descalzo al mejorar el equilibrio y la postura y estimular la circulación sanguínea. Sin embargo, para evitar lesiones por la falta de costumbre es aconsejable empezar a correr descalzo en casa o en el gimnasio antes de hacerlo en la orilla.
Otro consejo para corredores: también es aconsejable esperar a que baje la marea para que el terreno no esté tan inclinado y la superficie de la orilla sea más plana y firme.
Recomendaciones generales
Tanto si nos disponemos a caminar por la orilla como a practicar deporte, es muy importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Evitar las horas de mayor exposición solar: las altas temperaturas en las horas centrales del día pueden causarnos un golpe de calor y otros problemas físicos, así que es preferible ir a la playa antes del mediodía o por la tarde.
- Aplicarnos crema solar protectora a todo el cuerpo, incluidas las plantas de los pies: cuando pensamos en quemaduras solares, solemos pensar en hombros, espalda y brazos quemados, pero también podemos sufrir quemaduras en los pies a causa de la temperatura de la arena, ya que el dorso de los pies es una zona sensible que no está expuesta al sol durante el año con el zapato cerrado. Además de aplicar crema solar en la planta de los pies, en verano también es muy importante reforzar la hidratación diaria de los pies con cremas hidratantes para que no se sequen ni aparezcan grietas (especialmente en los talones).
- Estar atento a dónde pisamos: caminando por la playa, a veces puede haber objetos en la arena que nos lesionen, de forma que debemos fijarnos bien dónde pisamos.
A lo largo de este artículo hemos visto cómo caminar y correr por la playa puede ser beneficioso para nuestra circulación y, especialmente para nuestras piernas, aunque debemos distinguir entre caminar por la arena de la orilla o por la arena donde plantamos la sombrilla. En general, la arena de la orilla, más compacta y firme, es más aconsejable que la arena blanda para caminar, aunque suele estar inclinada y eso hace que forcemos más un tobillo y pierna y que nos podamos resentir si hemos sufrido un esguince de tobillo recientemente. En cambio, la arena blanda, tiene una alta capacidad de amortiguación y hace que nuestras articulaciones sufran menos, de forma que sí que está indicada para recuperarnos de lesiones en el tobillo. Si somos aficionados al running, lo mejor será practicarlo en la arena de la orilla, ya que es más compacta y firme. Aparte de seguir estos consejos, siempre que vayamos a la playa deberemos seguir unas recomendaciones generales para evitar quemaduras, cuidar nuestros pies y evitar lesiones. En resumen, las caminatas y el ejercicio físico en la playa pueden ser muy beneficiosos para el cuerpo (y, especialmente, para nuestras piernas y pies), aunque también debemos ir con cuidado para no forzar demasiado a nuestras articulaciones y evitar lesiones en los pies, tobillos, rodillas y espalda.
Fuentes:
Martín López, Elena. (2020, 5 junio). ¿Es bueno andar descalzo por la playa? Hoy. Recuperado de https://www.hoy.es/vivir/salud/es-bueno-andar-descalzo-playa-20200605112839-ntrc.html#:~:text=S%C3%AD%20es%20recomendable%2C%20sin%20embargo,maduraci%C3%B3n%20de%20su%20sistema%20nervioso.
*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o Farmacéutico.