La relación entre la higiene bucal y las lesiones musculares

¿SABÍAS QUÉ?
Por Equipo Farmalastic

Cuando tenemos una lesión muscular, habitualmente la relacionamos con algún golpe, caída o haber un exceso de ejercicio físico, pero, ¿sabías que una mala salud bucodental también puede provocarte problemas musculares?Las infecciones en la boca y las caries tienen consecuencias en el resto del cuerpo, ya que pueden causar desde dolores musculares y cefaleas, hasta enfermedades cardiovasculares, problemas digestivos y otras dolencias más severas. En este artículo nos centraremos en la relación que existe entre las enfermedades bucales y las lesiones musculares y te daremos algunos consejos para que tengas una buena higiene dental y puedas gozar de una buena salud, especialmente si eres aficionado al deporte.

Enfermedades bucales que afectan el organismo

Las dolencias bucodentales son un problema de salud muy extendido en el mundo (afectan a más de 3.500 millones de personas) que no solo tiene consecuencias en la cavidad oral, sino también en el resto del organismo; a continuación te explicamos de qué manera. Como sucede en muchas zonas del cuerpo, en la boca tenemos bacterias. La mayoría de ellas son inofensivas y la acción combinada del sistema inmunitario y de una buena higiene bucodental (cepillado de dientes diario, uso de hilo dental, revisiones anuales odontológicas) consigue mantenerlas a raya sin que nos causen mayor problema. Sin embargo, si no tenemos un buen cuidado de nuestra salud bucal y dental, estas bacterias pueden proliferar y llegar al torrente sanguíneo; es lo que en terminología médica se denomina bacteriemia. Las bacterias acumuladas en la boca causan inflamación y se filtran a la sangre, pudiendo llegar a los músculos y articulaciones y, por ende, provocar lesiones musculares y articulares.

A continuación repasaremos las principales patologías orales y bucales (infecciones en la boca –como caries, gingivitis, periodontitis, etc.– y otras patologías) y qué impacto tienen en el resto del organismo:

  • caries dental: se trata de la dolencia crónica más frecuente en el mundo y en España afecta al 90 % de los adultos entre 35 y 44 años; de hecho, se calcula que esta franja de población presenta hasta siete dientes con caries. La caries es una enfermedad dental de origen bacteriano que inicialmente afecta al esmalte de los dientes y, posteriormente, los agujerea, pudiendo derivar en afecciones más graves. Las caries ocurren cuando las bacterias de la boca convierten los carbohidratos y los azúcares en ácidos, que erosionan el esmalte y causan pequeños surcos en los dientes. Si el problema no se trata a tiempo, puede agravarse y afectar a la parte del interior del diente, provocando un dolor intenso y pudiendo llegar a comportar la pérdida de la pieza. Además de todos estos problemas en la boca, debemos tener en cuenta que las caries y las lesiones musculares también están muy relacionadas: si, tal como hemos explicado anteriormente, las bacterias llegan al torrente sanguíneo y se extienden a los músculos, tendones y tejidos, estos pueden debilitarse y ser más propensos a fatigarse más fácilmente. En consecuencia, aumenta el riesgo de sufrir calambres, dolencias articulares y lesiones musculares y se enlentece el proceso de recuperación. Esto es especialmente relevante si somos deportistas y sometemos el cuerpo a mucha tensión y estrés muscular
  • gingivitis: enfermedad que provoca la inflamación y sangrado de las encías debido, en la mayoría de casos, a la acumulación de placa bacteriana. Si no se trata a tiempo, la patología puede avanzar y provocar la destrucción de las encías, los ligamentos y las estructuras óseas
  • periodontitis: esta enfermedad suele ser consecuencia de una gingivitis mal tratada. Consiste en una inflamación del periodonto (que es el tejido fibroso que rodea la raíz de los dientes y que la fija al hueso de la mandíbula y a la encía) y, en ocasiones, puede comportar la pérdida del diente
  • bruxismo: afección en la cual una persona aprieta o rechina los dientes, hecho que comporta su desgaste, hipersensibilidad dental, fisuras y fracturas de piezas. En los casos más extremos, también puede conllevar la pérdida de dientes (hecho que repercute en la masticación) y la aparición de contracturas musculares que provocan dolor en el cuello, la espalda y la cabeza. Aunque, a día de hoy, se desconocen las causas sobre el bruxismo, algunos expertos apuntan factores físicos como la tensión muscular, factores psicológicos y genéticos como posibles desencadenantes de esta patología
  • problemas asociados a las muelas del juicio: a menudo las muelas del juicio y los problemas neuromusculares van de la mano, ya que la presión que ejercen los dientes de la parte posterior de la boca pueden causar dolores y descompensación a la hora de masticar. A largo plazo, esto puede traducirse en fuertes dolores articulares, de cabeza, de oído y dolor de espalda. Además, si las muelas del juicio no tienen suficiente espacio en la boca para poder salir, pueden provocar la formación de quistes y tumores; igualmente, si los molares quedan parcialmente atrapados y solo sale una pequeña parte en ocasiones comportan una inflamación que puede derivar en una infección
  • malposición o maloclusión dental (es decir, cierre incorrecto de los dientes): si la dentadura superior no cierra correctamente con la inferior, es más fácil que las bacterias se acumulen en la boca y, unidas a los restos de comida, provoquen que la placa bacteriana se acumule en el esmalte de los dientes (caries), pudiendo conllevar los problemas musculares que ya hemos examinado anteriormente. Además, una maloclusión dental también puede causar una descompensación de la articulación temporomandibular (ATM) y dar lugar a problemas musculares y de equilibrio. La articulación temporomandibular está formada por la parte superior de la mandíbula y el hueso temporal del cráneo con la mandíbula. Entre otras funciones (nos permite hablar, bostezar, morder, masticar, gesticular y respirar), la ATM también proporciona estabilidad al cuerpo, de modo que si sufre algún trastorno puede ocasionar una sobrecarga articular y problemas para mantener el equilibrio. A su vez, si tenemos más tendencia a desequilibrarnos, será más fácil que suframos una torcedura, un esguince u otras lesiones.

Ya hemos repasado las principales patologías de la boca y de los dientes y ahora solo falta hacer un pequeño apunte sobre el Helicobacter pylori. Aunque no es una patología bucodental sino una bacteria que produce inflamación en el estómago, el hecho de que se pueda detectar mediante un test del aliento lleva a algunas personas a confundirse y creer que se trata de una enfermedad bucal. La presencia de esta bacteria puede provocar una gastritis e, incluso una úlcera y, aunque no es frecuente, ciertas personas también relacionan el Helicobacter pylori y los dolores musculares; esto se explica porque a veces la gastritis puede manifestarse como dolor abdominal que irradia hacia la región dorsal y parece causar dolores similares a la lumbalgia.

Consejos para tener una buena higiene bucal y evitar problemas musculares 

Seguidamente te ofrecemos algunas recomendaciones para establecer unos correctos hábitos de higiene bucal y disminuir así el riesgo de desarrollar problemas musculares y articulares:

  1. Cepíllate los dientes después de cada comida: los restos de los alimentos, la saliva y las células del interior de la boca contienen gérmenes que erosionan la superficie de los dientes
  2. Cepíllate los dientes correctamente: hazlo con movimientos circulares desde la base de las encías hasta la parte superior del diente durante un mínimo de tres minutos
  3. Realiza una correcta limpieza lingual: aunque muchas personas solo estén acostumbradas a cepillarse los dientes y no la lengua, limpiar este órgano es también muy importante para evitar que las bacterias pasen de la lengua a otras zonas de la boca, prevenir lesiones bucodentales y eliminar el mal aliento debido a la acumulación de bacterias en la lengua. Para limpiarla, deberemos usar un cepillo de dientes y realizar un movimiento desde la base de la lengua hacia fuera
  4. Utiliza microcepillos o seda lingual: estos elementos ayudan a eliminar la placa bacteriana que se deposita entre diente y diente, en especial si no tenemos los dientes perfectamente alineados. Para ello, desliza la seda dental entre los dientes realizando un movimiento de sierra o utiliza un microcepillo
  5. Utiliza pastas fluorada y colutorios: además del cepillado de dientes y lengua, el uso de dentífricos con flúor y colutorios son básicos para mantener una buena higiene bucodental
  6. Haz una revisión odontológica al menos una vez al año: es muy importante que, al menos una vez al año, un especialista revise nuestra dentadura y boca para comprobar que está en buen estado y, en caso de detectar algún problema, poder actuar de inmediato. Si tenemos tendencia a sufrir lesiones dentales o tenemos algún problema bucodental, se recomienda hacer una revisión cada seis meses.

A modo de resumen, en este extenso artículo te hemos explicado la relación entre las enfermedades bucodentales y los dolores musculares, así como las acciones que podemos poner en práctica diariamente para tener una buena higiene bucal y evitar estos problemas. El cuidado de la salud bucal es una inversión en la salud general, de modo que vale la pena dedicar unos minutos cada día a cepillarnos bien la boca y los dientes para cuidar indirectamente de nuestras articulaciones y músculos.

 

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.

© 2022 Laboratorios Cinfa