¿Cruzar las piernas es bueno para nuestra salud?

¿SABÍAS QUÉ?
Por Equipo Farmalastic

Cruzar las piernas es un gesto muy común en nuestra sociedad, especialmente entre las mujeres, que realizamos en múltiples situaciones: mientras trabajamos en la oficina, en el transporte público, en la sala de espera del médico o, simplemente, mientras tomamos un café en una cafetería. ¿Pero realmente cruzar las piernas es malo para la salud o es un mito? Examinemos qué hay de cierto y qué no en esta afirmación y qué efectos tiene esta postura en nuestro cuerpo, especialmente si sufrimos IVC y tenemos varices.

¿Qué pasa en nuestro cuerpo cuando cruzamos las piernas?

Aunque quizás no las apreciemos, sentarnos de esta manera tiene consecuencias en nuestro organismo, como veremos a continuación:

  • a nivel circulatorio:

– Varices e IVC: debemos tener claro que cruzar las piernas no causa varices, pero no es una postura recomendada si sufrimos IVC. El movimiento y la actividad física favorecen el retorno venoso, mientras que el sedentarismo y la inactividad no estimulan la circulación; de hecho, estos sí que son factores de riesgo para desarrollar o agravar problemas circulatorios. Es un mito que cruzar las piernas provoque varices, ya que no tiene ningún fundamento científico pero, como hemos comentado anteriormente, estar sentado mucho tiempo (ya sea en el trabajo, en un viaje largo, etc) sí que puede propiciar o agravar el cuadro de IVC.

Aumento de la presión arterial: cruzar las piernas causa un aumento temporal de la presión sanguínea, ya que esta posición provoca que suba más sangre al corazón. No hay evidencias científicas de que esto pueda tener serias consecuencias en el organismo, excepto en aquellas personas que tengan riesgos de sufrir coágulos sanguíneos. Si estos pacientes mantienen las piernas cruzadas durante mucho tiempo, la sangre puede que no circule correctamente y aumente el riesgo de sufrir una trombosis venosa profunda (TVP).

En cambio, es recomendable que las personas con tendencia a desmayarse mantengan esta postura, ya que la presión que ejerce una pierna sobre la otra provoca que la sangre suba hacia el tórax y se incremente la cantidad de sangre bombeada por el corazón. El resultado es que aumenta la irrigación sanguínea en la cabeza y esto ayuda a disminuir el riesgo de desmayo.

 

  • a nivel articular:

Mala postura corporal: al cruzar las piernas provocamos una descompensación corporal; concretamente, causamos un desequilibrio pélvico porque ejercemos más peso sobre uno de los lados de la pelvis. A consecuencia de esta mala colocación, la columna vertebral también se desalinea, adoptamos una postura curvada y aumenta la tensión muscular. Si esta posición se mantiene de forma prolongada en el tiempo y de manera habitual, podemos acabar desarrollando hipertrofia muscular (es decir, una pérdida de tono de la musculatura).

Parálisis del nervio peróneo común (situado detrás de la rodilla): a veces, cuando permanecemos mucho rato con las piernas cruzadas, se nos pueden terminar durmiendo las piernas o los pies. Esto ocurre porque dicha postura puede poner presión sobre el nervio peróneo (situado detrás de la rodilla) y causar la sensación de adormecimiento en las extremidades inferiores.

En ocasiones, el cuadro clínico se puede complicar, y si pasamos muchas horas en esta posición, puede desarrollarse la parálisis del nervio peróneo. En vez de un simple adormecimiento temporal de piernas y pies, esta patología es más grave ya que impide levantar la parte delantera del pie y de los dedos. Sin embargo, no suele ocurrir a menudo porque cuando empezamos a sentirnos incómodos en esta postura, la cambiamos, impidiendo que pueda desarrollarse esta patología.

Alargamiento del músculo piriforme: gracias al hecho de cruzar las piernas, el músculo piriforme (situado detrás de la cadera) se alarga, mejorando la estabilidad de las articulaciones pélvicas.


A modo de resumen, hemos visto que en general cruzar las piernas no es muy recomendable para la salud ya que puede comportar algunos problemas: a nivel circulatorio aumenta la presión arterial y no favorece un correcto retorno venoso (hecho especialmente relevante si sufrimos IVC), aunque es falso que cause varices. A nivel articular, provoca malas posturas (con consecuencias importantes para la espalda, ya que la columna adopta una posición incorrecta) y, más allá de provocar un leve adormecimiento de pies y piernas, si mantenemos esta posición durante mucho tiempo puede causar la parálisis del nervio peróneo común (situado detrás de la rodilla), provocando la incapacidad permanente de levantar la parte delantera del pie y de los dedos. Sin embargo, esta forma de sentarse también tiene algunos beneficios, como el alargamiento del músculo piriforme (situado detrás de la cadera) o un aumento de la irrigación sanguínea en la cabeza, hecho que puede ayudar a las personas con tendencia a desmayarse. Es cierto que hay que estar atentos a cómo nos sentamos y procurar mantener una buena higiene postural, pero no debemos olvidarnos que unos hábitos de vida poco saludables (sedentarismo, exceso de peso, malos hábitos alimentarios, etc.) son más perjudiciales para el cuerpo que cruzar las piernas esporádicamente. ¿Dispuesto a cuidar de tu salud?

 

Fuentes:

Asociación Cuida tus Venas. ¿Es malo para las varices cruzar las piernas? Recuperado de https://www.cuidatusvenas.org/es-malo-para-las-varices-cruzar-las-piernas/

BBC News. ¿Realmente cruzar las piernas es malo para ti? Recuperado de https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/11/151019_vert_fut_finde_mito_medico_cruzarpiernas_yv

Fisioterapia online. Higiene postural. Por qué no cruzar las piernas al sentarse. Recuperado de https://www.fisioterapia-online.com/articulos/higiene-postural-por-que-no-cruzar-las-piernas-al-sentarse

La Vanguardia. Cruzar las piernas como en esta foto no es tan malo como parece. Recuperado de https://www.lavanguardia.com/vivo/salud/20170618/423487574150/cruzar-las-piernas-viral-efectos-salud.html 

 

 *Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o Farmacéutico.