¿Sabías que…?
La tendinitis rotuliana es el degaste del tendón rotuliano, que une el cuádriceps con la tibia, pasando por la rótula. Genera dolor en la parte inferior de la rodilla, en su cara frontal, y suele aparecer al realizar una actividad física y al terminarla.
Suele estar causado por sobrecarga al realizar activad física intensa, ya sea de tipo laboral o deportiva. Se le conoce también como la rodilla del saltador y el 90% de las lesiones tendinosas de rodilla son tendinitis rotulianas.
La artrosis de rodilla o gonartrosis es una importante degeneración o desgaste del cartílago en la articulación de la rodilla. Provoca un dolor que cesa con el reposo y empeora a lo largo del día. Conforme avanza, produce rigidez e incluso deformidad.
Suele estar causada por el envejecimiento y se estima que hay casi 3 millones de personas que la sufren en este país.
La condromalacia rotuliana es un desgaste del cartílago de la parte posterior de la rótula. Provoca dolor en la cara anterior de la rodilla, justo en la rótula, que se dispara al levantarse tras estar sentado, o al subir o bajar escaleras.
Su causa principal es el envejecimiento, pero también la sobrecarga laboral o deportiva de la articulación.
El esguince de rodilla es una lesión de los ligamentos que dan estabilidad a la misma. Produce dolor agudo, sensación de inestabilidad, de que la rodilla falla y a veces hasta bloqueo. También puede producir inflamación en las primeras horas. El más frecuente es el del ligamento cruzado anterior. Suele ser consecuencia de traumatismos, golpes o movimientos que fuerzan la articulación a una postura no natural.
Las lesiones meniscales son desgarros, roturas o desplazamientos del menisco. Generan dolor agudo, un chasquido o punzada y bloqueo total o parcial de la articulación.
Suelen ser consecuencia de sobrecargas físicas, sobreuso o movimientos repetitivos. Son más frecuentes entre hombres jóvenes, sobre todo deportistas, aunque no exclusivamente.
La luxación de rodilla se produce cuando algún hueso de la articulación se sale de su correcta posición. Lo más habitual es que sea la rótula, seguida por la articulación femoro-patelar. Produce dolor agudo, una inmediata dificultad o incapacidad para caminar o mantenerse en pie, deformidad y, en ocasiones, derrames.
Suele deberse a un impacto súbito y, en ocasiones, tiende a repetirse.